El mundo de las competiciones de videojuegos se ha profesionalizado en los últimos años. Las similitudes con los deportes tradicionales y cómo es la rutina de un jugador de alto rendimiento.
La realización de la primera Copa Cordobesa de Fútbol Electrónico es una buena oportunidad para hablar de los eSports o deportes electrónicos. En los últimos años el mundo de las competiciones de videojuegos creció considerablemente y en consecuencia se ha profesionalizado.
Los jugadores de videojuegos de alto rendimiento son considerados atletas y tienen rutinas de entrenamiento como los deportistas tradicionales. Es una actividad que requiere disciplina y esfuerzo, y aquellos jugadores con condiciones reciben grandes remuneraciones por su trabajo.
“Los eSports son básicamente la parte competitiva del gaming para espectadores”, explica el cordobés Nicolás Lescano, socio y director de comunicación y mercadeo de Infinity Esports. Radicado en Costa Rica desde hace años, se formó como Especialista en Gestión de eSports de la Universidad a Distancia de Madrid y es parte del staff fundador de uno de los clubes de deportes electrónicos más importantes de Latinoamérica.
Infinity tiene equipos que compiten en varios juegos, entre ellos FIFA, League of Legends (LOL), Free Fire, Counter-Strike y Valorant. También tienen un equipo formado por mujeres, que aún son minoría en el mundo de las competencias en videojuegos.
Nicolás usa la analogía con los deportes tradicionales para explicar con más facilidad de qué se tratan los eSports. “En Argentina todo el mundo juega al fútbol, pero los que llegan a profesionales son muy pocos. Acá es lo mismo. Se estima que entre un cinco y un diez por ciento del universo del gaming es el eSport. Es el gaming profesionalizado para espectadores”, explica.
Es decir, en el fútbol tradicional sólo unos pocos llegan a jugar en los grandes clubes, mientras que la mayoría lo vemos por televisión. Lo mismo pasa con los que, por ejemplo, juegan FIFA.
Hay que aclarar que los deportes electrónicos no se limitan a los videojuegos con temática deportiva sino que incluyen títulos de todos los géneros. De hecho, la liga de LOL es de las más competitivas del mundo, y nada tiene que ver el juego y su temática con el mundo del deporte.
El camino para llegar a ser un atleta de los videojuegos no es muy diferente al de otros deportes, señala Nicolás. “Existen ligas de ascenso y existen reclutadores. En el caso de Infinity son los managers de cada uno de los juegos que están buscando talentos en un universo gigante”.
“Los jugadores que en la actualidad llegan a las grandes ligas son atletas profesionales. Y no solo los jugadores, también el cuerpo técnico, el staff que los acompaña. Tienen una rutina de trabajo, de alimentación, de ejercicios, de yoga, horas bien definidas de sueño y un reglamento del club. Es importante entender que hoy es una salida laboral”, destaca Lescano.
Los competidores profesionales de eSports suelen vivir en una Gaming house (casa de juegos en español) junto a sus compañeros de equipo o club. Infinity tiene uno de estos espacios en México y cuenta cómo es la rutina promedio de sus habitantes, la mayoría jóvenes de entre 18 y 24 años.
“Se levantan como a las nueve, desayunan, tienen un rato libre y después una hora de actividad física, psicólogo individual o psicólogo deportivo grupal. Luego tienen un tiempo libre que muchas veces se usa para generar contenido para nuestros patrocinadores. Después almuerzan y arrancan el entrenamiento”, detalla.
En una primera parte de la rutina de entrenamiento se practica el juego de manera individual, como una entrada en calor, para luego competir con otros equipos. En total son unas ocho horas. Al final del día llega la cena y por reglamento hay una hora determinada para irse a dormir.
A esta altura está claro que los eSport están lejos de ser un entretenimiento para convertirse en un trabajo que requiere mucho esfuerzo, dedicación y disciplina.
A diferencia de los deportes tradicionales, la carrera de los atletas de juegos electrónicos es mucho más corta: “Cada juego es diferente, aunque se puede trazar una línea que toca puntos en todos. En el caso del LOL por ejemplo, los jugadores que llegan a primer nivel pueden estar desde los 18 años hasta los 24 o 25 años?.
“Es una cuestión de reflejos, de manos. Como a los jugadores de fútbol les pasa que las rodillas o las piernas a veces les pasan factura, a estos chicos también. Hoy en día un poco menos porque tienen toda una actividad física programada que está centrada en la postura, en la columna, en las muñecas”, se explaya el directivo de Infinity.
También entra en juego el tema mental, “porque pasar ocho horas entrenando y jugando siete años como profesional también quema o lo dejan de disfrutar”. Sumado a que son chicos y chicas que suelen jugar desde los 12 años.
“Como en cualquier deporte estos atletas resignan un montón de cosas para llegar donde llegan. No tienen novia/ novio, viven fuera de su país, muchos por primera vez… Hay un montón de factores que influyen”, agrega.
Si bien la carrera como jugador es corta, Nicolás Lescano cuenta que hay posibilidades después de retirarse: “El jugador deja a los 24 o 25 años y, si se lo propone y le interesa, puede seguir vinculado a la industria en otros roles: hay entrenadores, analistas, creadores de contenido, mánagers, casters (relatores)”.
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