Procesadores para gaming: ¿cuál es mejor comprar? Consejos y recomendaciones – Vida Extra

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La falta de stock en las consolas de última generación ha empujado a muchos usuarios a decantarse por un PC gaming para jugar a los títulos tan interesantes que están llegando al mercado. Y aunque en lo que respecta a estos equipos la cosa no está mucho mejor, principalmente debido al sobreprecio de las tarjetas gráficas, el resto de componentes son relativamente fáciles de conseguir a un buen precio.
No fue así meses atrás; a lo largo de la pasada campaña navideña, algunas de las piezas fundamentales para crearnos un PC gaming escaseaban. Es el caso, por ejemplo, de las últimas CPU de AMD: la serie 5000 de Ryzen. Pero ahora, sin embargo, estamos viendo estabilizarse el mercado poco a poco. E incluso encontramos ofertas muy interesantes.
Así que sí, no es un mal momento para adquirir un procesador para un uso gaming. Sobre todo si tenemos en cuenta los precios y la gran cantidad de alternativas que tenemos a nuestro alcance, tanto de Intel como de AMD. Pero antes de conocer los modelos más recomendados en la actualidad, repasemos algunos aspectos que debemos tener en cuenta.
Antes de decantarnos por un modelo de procesador gaming en particular, debemos hacer lo propio con su fabricante. Porque si hasta hace poco Intel dominaba con puño de hierro el sector, las cosas han cambiado. Y mucho. Hasta tal punto, que a día de hoy AMD resulta una opción más interesante en relación calidad precio.
Pero eso no quita que encontremos geniales componentes en ambas compañías. De modo que tenemos procesadores Intel excelentes para jugar, y lo mismo ocurre con AMD. Entonces, ¿cuál es de las dos es la opción más recomendable? Pues depende de las necesidades, gustos y presupuestos.
En líneas generales, podemos decir que tanto una compañía como otra hacen productos que nos van a ofrecer un gran desempeño en entornos gaming. Y, por supuesto, en tantos otros; una CPU con potencia suficiente para mover los últimos juegos del mercado también se sentirá como pez en el agua en todo tipo de tareas, por exigentes que resulten.
Es más, tanto una como otra firma hacen especial hincapié en el rendimiento gaming de sus procesadores en cada presentación de nuevas generaciones; saben que entre los jugadores tienen un gran público.
Cuando hablamos de procesadores para gaming, al igual que sucede con el resto de componentes enfocados a jugar, generalmente el factor precio es el que hace que nos acabemos decantando por un modelo u otro. Habitualmente, lo más caro es lo mejor. Pero hay muchas excepciones, y los procesadores no iban a ser menos.
Evidentemente, en lo que a CPU respecta, podemos gastarnos lo que queramos, e ir a por el modelo más top de cada marca. Sin embargo, cuando hablamos de jugar, esto no es para nada necesario; en la mayoría de los casos, será la tarjeta gráfica la que nos limite, y con procesadores de lo que podríamos llamar ‘gama media’ nos bastará para jugar sin problemas.
Así, si en el apartado de la tarjeta gráfica hoy en día nos toca pagar unos precios que superan, y por mucho, los 500 euros, en el caso de los procesadores no es así. De hecho, encontramos opciones de compra tan interesantes como el Ryzen 5 3600, por poner un ejemplo, que por algo menos de 200 euros nos ofrece un rendimiento espectacular. No en vano, es uno de los más vendidos a nivel mundial.
Por lo que, respondiendo a la pregunta: para nada tenemos que gastarnos un pastizal en un procesador si su principal función será la de jugar. Moviéndonos entre los 200 y los 400 euros, cantidad abajo, cantidad arriba, encontraremos alternativas para todos los gustos perfectamente útiles para jugar a lo que queramos. Siempre cuando, claro, que las combinemos con unos componentes a su altura.
Finalmente, para comprender bien qué nos ofrece cada modelo es necesario que entendamos en qué consisten las múltiples nomenclaturas y especificaciones que incluyen cada procesador. Porque aunque en la mayoría de los casos nos dará un poco igual, y lo que nos importe es que funcionen bien y ofrezcan un buen rendimiento mientras jugamos, nunca está de más enterarnos de lo que vamos a comprar.
Generalmente, cuando miramos las especificaciones de un procesador nos encontramos con términos del tipo ‘GHz’, ‘núcleos’, ‘TDP’… Y estos nos arrojan algo de información sobre hasta dónde es capaz de llegar en términos de rendimiento.
Sin tampoco entrar en demasiados detalles, los Gigahercios (GHz) nos hablan de la cantidad de ejecuciones por segundo que es capaz de llevar a cabo cada CPU. De modo que cuanto mayor sea su cifra, mejor será el modelo; 4,2 GHz mejor que 3 GHz, y así con todo.
Y en las últimas generaciones, estos componentes incorporan una frecuencia base y una turbo, que son capaces de alcanzar durante períodos de tiempo determinados para dar un plus de rendimiento cuando las tareas que está llevando a cabo el ordenador así lo precisan.
Los núcleos, por su parte, nos hablan de la cantidad de acciones simultáneas que se pueden llevar a cabo. Y en la actualidad son bastantes; anteriormente lo habitual era ver modelos single core, dual core e incluso quad core. Pero hoy en día lo habitual es ver procesadores que integran 6, 8 e incluso más núcleos. Y para gaming, con cualquiera de los actuales iremos bien.
Y también entran en juego otros términos como el TDP, que es la máxima potencia que admite un procesador, el voltaje que soporte y un largo etcétera de detalles. Pero lo que nos interesa es que la CPU que compremos sea solvente en juegos, y con cualquiera de las que veremos a continuación obtendremos buenos resultados.
De modo que, ahora sí, vamos a pasar a ver algunos de los procesadores más interesantes que encontramos en el mercado para jugar en mitad de 2021. Tanto de Intel como de AMD, veremos modelos más caros y más económicos, con mejores o peores prestaciones, pero que en cualquier caso ofrecerán un desempeño genial tanto en gaming como en entornos exigentes. ¡Veamos!
Empezamos con uno de los superventas de Intel de hace un par de generaciones. Además de ser uno de los procesadores más baratos (149,89 euros) que nos ofrecen una experiencia realmente satisfactoria para jugar. Este i5 acaba en ‘F’, lo que significa que no incluye gráficos integrados. Aunque si su destino es un equipo gaming, contaremos con una buena GPU que solventará esto. Fabricado a 14 nanómetros, este 9400F presenta una frecuencia base y turbo de 2,9 y 4,1 GHz, respectivamente. Cuenta con 6 núcleos y un TDP de 65 W.
Intel Core i5-9400F procesador 2,9 GHz Caja 9 MB Smart Cache
Poco hay que decir del Ryzen 5 3600 a estas alturas que no sepamos ya. En todo caso, que no deja de bajar de precio (181,93 euros) haciéndolo una de las mejores opciones en relación calidad precio del mercado. Sin duda, fue el mayor éxito de AMD de la pasada generación, y no es para menos; por menos de 200 euros ofrece un rendimiento excepcional en gaming. Cuenta con 6 núcleos, 12 hilos, una frecuencia base de 3,6 GHz y una turbo de 4,2 GHz. Todo ello fabricado a 7 nanómetros (una de las señas de identidad de AMD en las últimas hornadas de CPU) y un TDP de 65 W.
AMD Ryzen 5 3600 – Procesador con disipador de calor Wraith Stealth (35 MB, 6 núcleos, velocidad de 4.2 GHz, 65 W)
Este otro procesador de Intel (242,43 euros) pertenece a la última generación de este fabricante, y lleva poco tiempo en el mercado. Igualmente, es una buena opción para gaming, y además podemos sacarle más jugo que al anterior i5; contar con la nomenclatura ‘K’ es sinónimo de que está desbloqueado, y podemos hacerle overclock para aumentar su rendimiento. Lleva gráfica integrada y cuenta con 6 núcleos y 12 hilos y unas frecuencias base y turbo de 3,9 GHz y 4,6 GHz, respectivamente.
Intel Core i5-11600K procesador 3,9 GHz 12 MB Smart Cache Caja
Bastante similar al Ryzen 5 3600, aunque con un precio algo más elevado (239 euros) este 3600X vendría a ser una versión ligeramente superior del AMD base, lo que se básicamente se traduce en unas frecuencias algo más elevadas y un TDP mayor. Pero sí que mantiene el mismo ratio de núcleos/hilos: 6/12. En este caso, la frecuencia base sube hasta los 3,8 GHz mientras que la turbo hace lo propio hasta 4,4 GHz. El TDP, por su parte, asciende hasta los 95 W. Y en cualquier caso, es otra gran CPU para gaming.
AMD Ryzen 5 3600X – Procesador con ventilador Wraith Spire, Temp. máx.: 95°C
Aunque por la escasa diferencia de precio que existe entre el Ryzen 5 3600X y el Ryzen 7 3700X (258 euros), quizá sea este último una mejor opción en relación calidad precio. Esto es así básicamente porque el Ryzen 7 cuenta con 8 núcleos y 12 hilos, lo que lo hace una genial inversión de cara al futuro; cuando los juegos demanden más potencia en este sentido, procesadores como este podrán seguir dando guerra. Incorpora unas frecuencias base y turbo de 3,6 GHz y 4,4 GHz y es uno de los superventas de AMD de la pasada generación.
AMD Ryzen 7 3700X, Procesador con Disipador de Calor Wraith Prism (36 MB, 8 Núcleos, Velocidad de 4.4GHz, 65W)
Hace pocos meses que AMD presentó su nueva familia de procesadores Ryzen, los 5000. Y aunque al principio contaron con un stock bastante problemático, hoy en día parece que su precio (293,99 euros) se ha estabilizado bastante. El Ryzen 5 5600X, por su parte, ha llegado para convertirse en el nuevo rey de la gama media, y poco tiene que envidiarle a sus hermanos mayores. Incorpora 6 núcleos y 12 hilos con una frecuencia base de 3,7 GHz y es capaz de alcanzar los 4,6 GHz en la modalidad turbo.
AMD Ryzen 5 5600X Box
Regresamos a Intel con uno de los mejores procesadores que encontramos para gaming sin tener que dar el salto a la familia i9. Este i7-10700K pertenece a la pasada generación, y entre otras bondades permite realizarle overclock. Su precio es de 251,42 euros, de modo que sigue siendo bastante contenido, y es una gran opción para los usuarios que prefieran el ecosistema Intel. Esta CPU cuenta con 8 núcleos y 16 hilos, así como unas frecuencias base y turbo de 3,8 y 5,1 GHz, respectivamente.
Intel Core i7-10700K – Procesador (3,80 GHz; Casquillo LGA1200; Caja de 125 W)
Nos acercamos al final de la lista, y superamos la barrera psicológica de los 400 euros con el Ryzen 7 5800X, que podemos conseguir por 410 euros. Se trata de uno de los procesadores más potentes para gaming dentro de la recién lanzada familia Ryzen 5000, y mueve con soltura lo que le echemos. Al igual que el modelo de la anterior generación, cuenta con 8 núcleos y 16 hilos, aunque sus frecuencias base y turbo suben hasta los 3,8 y 4,7 GHz.
AMD Ryzen 7 5800X Box
Llegamos al final con uno de los mejores procesadores que encontramos para gaming (y para tantos otros usos, claro) en la mitad de 2021 en que nos encontramos. Este Ryzen 9 5900X (538 euros) es una auténtica bestia, algo que inevitablemente se refleja en su precio. Cuenta nada menos que con 12 núcleos y 24 hilos corriendo a unas frecuencias de 3,7 GHz y 4,8 GHz base y turbo, respectivamente. Potencia de sobra para jugar a lo que queramos… y lo que está por venir.
AMD Ryzen 9 5900X Box
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