Pokémon es, sin duda, una de las marcas que más ha explotado su universo, y a la mercadotecnia me remito. Desde los míticos juegos de consola, cartas y juguetes, pasando por tazas, remeras, comida y hasta algún avión modificado, los productos de la fiebre Pokémon han dejado pocos nichos sin explorar. Quién dice, quizás hasta dentro de algunos años tendremos medicamentos con la cara de Pikachu (aunque quizá en algún sucucho nipon ya exista algo similar).

Vamos a los bifes. Desde que salió en las tiendas niponas la primer entrega de Pokémon Green hasta los últimos anuncios del inminente Sword and Shield, la franquicia se ha estancado (hola!) en una fórmula exitosa. Videojuego para una consola exclusiva, una historia que se repite año tras año presentando nuevos amigos y criaturas, un recorrido increíble por hacer y una historia que nos enfrenta a los villanos más estrafalarios de la región que nos toque cruzar. Seamos sinceros, pese a las aventuras cargadas de emociones y el cariño que le agarramos a nuestro equipo, poco ha variado en estos últimos 20 años. Y no es algo que esté mal, ya que innovar trae aparejado un enorme riesgo de fracaso que se traduce en pérdidas millonarias para las empresas.

La cuestión es que Pokémon lleva años haciendo pruebas fuera de su zona de confort, y es por eso que hemos tenido productos inigualables, y otros que hubiera sido mejor no conocer. Quizás los más jóvenes puedan decirme: «Cállate, boludo, que el Pokémon Go fue un éxito». Y podríamos dedicar una nota entera a qué cosas buenas y malas tuvo (En realidad sí, podríamos), pero no fue más que el fruto de años de distintos proyectos hoy abandonados.

Pokémon no presentó un juego totalmente innovador en este caso, pero sí es una de las primeras veces que algo así desembarca con todo el peso en un mercado ajeno. Como decía, los más nuevos quizás no conozcan esta historia, pero ya de antaño la empresa nos había presentado esquemas de juego diferentes, desde algunos meramente entretenidos para matar el tiempo como Puzzle Challenge o Pokémon Link, pasando por otros más dinámicos como el Pokémon Pinball de calidad intachable o el Pokémon Conquest (cuyas características nos recuerdan a los antiguos Final Fantasy), hasta llegar a verdaderos pesos pesados como el Pokémon Rumble o la saga Mystery Dungeon. Muchos de estos títulos fueron un éxito en su país de origen y en nuestro mercado pasaron sin pena ni gloria. Otros tuvieron mejor suerte y al día de hoy se recuerdan como joyas de colección que nada tenían que envidiarle a la saga original. Pero vamos a Masters en sí.

Pokémon Puzzle se presentó como una variante de juego distinta y aunque no parezca, tuvo mucho éxito en Japón en su entrega, tanto de Nintendo 64 como en las portátiles.

¿QUÉ ES ESTO?

Pokémon Masters es un juego free to play para los dispositivos móviles (aunque sabemos que siempre está la opción de pagar para adquirir ciertas ventajas que de manera gratuita serían imposibles o demorarían más tiempo). Vio la luz hace relativamente nada (llegó a las app stores en Agosto pero disponía de una beta previa en algunos países). El juego tiene la firma de DeNa, un desarrollador no muy conocido en esta parte del charco pero que ha puesto la firma en títulos de otras marcas reconocidas como Fire Emblem, Animal Crossing y hasta Super Mario Run (todos juegos de teléfono celular). No es un juego que requiera un teléfono de última tecnología y sea de alta gama, pero obviamente la experiencia puede ser insufrible si no contamos con lo básico (y hay casos reportados de personas que, incluso cumpliendo los requisitos, no pueden jugarlo). Como decíamos, no se trata de una entrega principal, sino de un producto fresco y distinto a lo que nos tiene acostumbrada la firma. El mismo dispone de la versión respectiva para iOS y Android, pidiendo una versión no inferior al 11.0 en la manzanita y 5.0 en los demás dispositivos. 2 gigas de RAM en nuestro teléfono son indispensables como mínimo. Pero eso sí, para descargarlo nada mejor que ir a un Starbucks y aprovechar el WIFI. Entre descarga y actualizaciones, vamos a tener que relajarnos y disfrutar de un buen Latte Macchiato.

3 contra 3, la calle invita.

VAMOS A JUGARLO, PERO… ¿POR DÓNDE EMPIEZO?

Como todo producto nuevo, necesitamos sentarnos y entender lo que tenemos delante. La mecánica es nueva, pura estrategia, la interfaz no es complicada, el juego se deja jugar y puede dar horas de entretenimiento si no buscamos nada muy complejo. La historia se desarrolla en la Isla Passio, lugar que no es parte de ninguna región conocida, donde se dan cita los entrenadores de todo el globo con el fin de conseguir el título de (valga la redundancia) Maestro Pokémon del Mundo. En nuestra aventura estaremos codo a codo con celebridades de entregas anteriores, desde rivales de las entregas principales hasta líderes de gimnasio y del alto mando. ¿Necesitamos tener conocimiento del universo en sí para jugar? En absoluto, pero si no te transpiraron las manos al encontrar a Red y Blue en Alola, quizá poco te genere ver a Misty o a Brock haciendo equipo contigo.

En este caso, las batallas nos dan algo que habíamos visto anteriormente pero de una forma innovadora. Los combates se dan en un tres contra tres donde sólo podremos usar un único pokémon, siendo los otros dos parte de otros entrenadores. A esta forma de equipo donde cada entrenador combate con solo un pokémon en un grupo de tres, se le da el nombre de compi (nombre que Pokémon ya explotó anteriormente en otros juegos pero en un formato distinto). Algo interesante es que no hay pokémon salvajes que podamos atrapar, si no que éstos se van desbloqueando a medida que avanzamos y siempre de la mano de su entrenador. Para esto el juego nos da un modo historia bastante similar a una novela gráfica con excesivos diálogos. Entre chaucha y palitos, contamos con 68 compis desbloqueables (a sabiendas de que próximamente se agregarán más). Si queremos ir directo al grano, podemos poner a prueba a nuestro compi en un combate online, un formato de juego cooperativo donde las reglas se modifican levemente, y donde deberemos confiar en nuestros compañeros de equipo.

Acá es donde pones a prueba lo mucho que entrenaste ese pulgar.

El juego nos da un nivel de customización del personaje que ya hemos visto antes, sin presentar novedades (piel, cara, ojos, pelo y sexo). Nos ofrece una especie de compilación de capítulos, llamados episodios, que culminan con un jefe final que se sumará a nuestro equipo una vez derrotado.

Ojalá de pibe hubiera tenido esa facha.

Los ataques que podemos disputar comparten una similitud con el Pokémon Go, ya que tenemos un movimiento rápido básico y uno mucho más fuerte con cooldown para recargar. Disponemos de ciertos objetos para mejorar el rendimiento del compi durante el combate y una opción de juego automático si queremos que el teléfono pelee por nosotros (es un botón, che, vivís mandándole mensajes a tu ex y poniendo «Me gusta» en Instagram… ¡y te vas a quejar de apretar un botón!).

Dato interesante: Los pokémon van subiendo de nivel, mejorando sus características. Asimismo, los compis se actualizan a medida que avanza la historia y algunos personajes cambiarán más delante de atuendos y pokémon (llamado Sygma). El sistema de debilidades se mantiene firme pero se eliminan los doble tipos, es decir que no podremos hacer x4 de daño. Otro elemento innovador, es el hecho de que el entrenador es parte del juego agregando una función interesante: las habilidades pasivas del personaje mejorarán la resolución del combate. Los mismos incluso se dividen en tres roles, siendo estos: Strike (si nos enfocamos en pegar a lo guanaco), Tech (si jugamos a sabotear la estrategia rival) y Support (que alterará las condiciones de juego a favor de su equipo). En cuanto al apartado gráfico, las animaciones mantienen un estilo muy similar a los juegos principales por lo que no tendremos que adaptarnos a un rediseño incómodo a la vista. Si soltaste la 3DS o la Switch, y agarraste el celu, vas a seguir en el mismo nivel. (Abro debate: ¿La Switch mantiene en Pokémon los gráficos de un teléfono móvil? ¿O los teléfonos móviles alcanzaron a la Switch?)

Sygma, a medio camino entre cómo quería llegar al verano y cómo definitivamente no voy a llegar al verano.

¿TE SUENA DE ALGÚN LADO?

Si bien este concepto es interesante y puede tener un grupo de fanáticos defensores como de agresores, la idea no es nueva. Hace algunos años atrás salió un juego desarrollado por afuera de Pokémon Company pero que usaba todos los nombres y personajes, llamado Monster Manual (pero es Pokémon, créanme), donde nuestro personaje (un Ash en miniatura) recorría distintas ciudades y lugares con un equipo de tres pokémon y donde, a modo de turnos, peleaba contra otros tres pokémon salvajes. En su momento Monster Manual (o alguno de todos sus derivados, que son lo mismo, pero con otro título) presentó un nuevo estilo de juego, con unos gráficos impresionantes y un bajo nivel de requisitos. Rápidamente ganó fama mundial y al día de hoy siguen estando activos varios servidores para echarle un ojo. Se encuentra una Pokedex casi completa, con Legendarios de todas las generaciones, mega evoluciones, formas de Alola y otros elementos. Desde Axxess no defendemos la piratería, pero basta con saber usar Google para descargar la apk y disfrutar del mismo. No tiene desperdicio.

Monsters Manual llegó muchos años antes a los teléfonos y hoy sigue siendo una propuesta de juego interesante.

EN RESUMEN:

Si tenés a mano un teléfono medianamente bueno y querés salirte de la rutina de la 3DS/SWITCH, Masters es una propuesta interesante. ¿Te podés embolar al rato o en unos días? Sí, totalmente. La estructura de juego es bastante estática y el formato de novela gráfica puede ser tedioso en algunos momentos, pero aún así tiene lo necesario para hacernos pasar un buen rato. La vida es cambio, ¿no?

LO MÁS: Como en la mayoría de los casos, el modo cooperativo agrega pequeños cambios que mejoran la experiencia y le agregan mayor realismo. / Las animaciones están al nivel de los otros títulos que estuvimos jugando. / Al ser online, y como pasó con Pokémon Go, el juego se va actualizando y agregando mejoras constantemente.

LO MENOS: Pese a que en éste caso el juego es oficial, no es la primera vez que jugamos esto. / Pese a no ser indispensables y abusivas, las microtransacciones siempre terminan siendo tema de debate en esta clase de juegos.

EL DETALLE: Hoy en día los free to play te dan una chance interesante de probar un juego antes de gatillarlo. Acá no tenés que comprarlo, podés bajarlo, probarlo y ahí ver si te copa. Además, así como lo bajas lo podés desinstalar sin problema. Yo te lo recomiendo. Bajatelo y me contás.