¡Muy buenas entrenadores! Bam nuevamente con la pokenota del jueves. Cuando estaba en la secundaria uno de mis mejores amigos vino corriendo a compartirme un CD lleno de roms de gameboy. A decir verdad, por más confianza que le tuviera, me chocaba meter un disco con archivos de dudosa calidad en una computadora más inmaculada que auto de colección. Y la posta es que pensaba dejar ahí el disco hasta que lo perdiera o tuviera que devolverlo, y quedarme con la duda de qué cosas podía encontrar allí. El tema es que éste chico me miró y dijo las palabras mágicas: “Está el nuevo Pokémon”. Vamos a retroceder unos meses en el tiempo con la ayuda de Celebi para entender mejor por qué significaba tanto esa frase.

Sí, esa misma portada era.

Corría el año 2003 y era ésa época de transición de revistas físicas a portales de Internet. Aun así cualquier canillita se llenaba la vidriera de las portadas de aquellos libros que vaticinaban nuevos títulos para las consolas que teníamos en casa. Obvio que el Need for Speed Underground o el Silent Hill 3 eran pesos pesados y no había con qué darles, puesto que ocupaban las portadas de revistas de PC y de la mítica Club Play.

El tema es que entre esos fascículos también se encontraban algunos que acaparaban mi atención siempre que acompañaba a mi vieja a buscar el diario: la Club Nintendo. En la entrega de ese mes se hablaba de un nuevo título de Pokémon, una nueva generación. Me acuerdo hojearla y ver a los Legendarios, los Iniciales, la lista de cosas nuevas y frustrarme de tener que esperar tanto (algunos meses) para poder jugarlo por mí mismo. Quizás fue por la falta de paciencia para esperar a que saliera el título, o tal vez que no tenía en mi poder una Gameboy Advance (ni un amigo que pudiera prestármela) que suprimí el recuerdo y las ganas (algo así, como cuando ves el tráiler de una película que te emocionás por ver pero sabés que tenés varios meses de espera. No vas a estar con un calendario tachando los días. Y si lo hacés, bueno… no sé, nos comunicamos con el borda o algún sanatorio psiquiátrico porque quizás necesites ayuda).

Hoy vamos a analizar qué fue ese título, qué significaba el salto a la nueva consola, y sobre todo, por qué valió la pena terminar llamando a un técnico informático para limpiar de virus mi computadora:

El juego en sí: ¿con qué se come? ¿Qué significó el salto de consola?

Pese a que Pokémon impulsó a la Gameboy Color únicamente para jugar Cristal, la necesidad de un cambio de consola era obligatorio. En primer medida la Gameboy Advance ya estaba en el mercado desde 2001. En segundo lugar, la Gameboy Color ya no podía brindar más. El salto era favorecido por un nuevo procesador de 32 bit y uno exclusivo que ahora permitía jugar en ella tanto los juegos nuevos como los de Gameboy anteriores. La nueva consola agregaba dos botones a modo de gatillos L y R y una pantalla de mayor resolución que a su vez permitía una estética panorámica. Esto abría un abanico de mejoras y detalles para un juego totalmente nuevo, con una paleta de 511 colores en pantalla (contra los 56 que ofrecía la Gameboy Color).

La 3er generación.

Al abrir la caja encontrábamos un cartucho de la mitad de tamaño a lo que estábamos acostumbrados. El mismo era de un rojo o azul transparente (dependiendo de la versión). Tras colocarlo y prender la pantalla, la primer imagen ya nos vaticinaba algo asombroso: pasaba volando por encima nuestro una extraña especie de Jet (Latios/Latias). Los colores ya no se comparaban con nada visto anteriormente, los diseños ahora eran más estilizados, la música increíble (pese a que muchos jugadores se burlaron de las melodías repletas de trompetas) y hasta nuestro personaje aparecía dando un combate doble. Llevábamos sólo un minuto de haber puesto el título y sabíamos que esto no tenía nada que ver con lo que conocíamos.

La historia (de la que ya pudiste leer un poquito en la nota de Personajes que tenían todo) nos sitúa en la región de Hoenn, un increíble lugar lleno de naturaleza con una cantidad increíble de 202 especies (entre autóctonas y nacionales) donde el cuidado por la ecología nos presenta pueblos y ciudades que han aprendido a convivir en armonía con el clima. En ésta entrega ocupamos el lugar de Bruno (si elegimos a un chico) o Aura (la chica), que acaba de llegar a la región en un camión de mudanza desde Johto. Tras bajar del mismo (y mientras presenciamos la mudanza) nos enteramos a través de nuestra madre que nuestro padre es el nuevo Líder de Gimnasio de Ciudad Petalia. Después de recorrer un poco Villa Raíz y conocer a nuestra vecina (o vecino, dependiendo qué personaje elegimos), encontraremos al Profesor Birch escapando de un Poochyena salvaje.

Treecko, Torchic y Mudkip.

En este momento debemos elegir un inicial de los tres (Treecko de tipo planta, Torchic de tipo fuego y Mudkip de tipo agua. Estudios recientes revelan que aquellos que en primera generación eligieron a Squirtle, en la segunda a Cyndaquil y ahora a Treecko tienen muy buen gusto, son exitosos, queridos por la gente y pueden terminar escribiendo para portales de videojuegos) que han caído al suelo, y salvarlo. Posteriormente (y tras vencer a su hija) se nos entrega la Pokedex. De ésta manera arranca, un poco modificada, la historia a la que ya estamos acostumbrados. A continuación iremos al Gimnasio de nuestro padre con el fin de visitarlo en su primer día de trabajo. En éste momento se presenta Wally, un joven tímido y débil que quiere incursionar en el mundo Pokémon (y que hará a medias con Aura de rival), por lo que tras un breve tutorial de cómo capturar pokémon salvajes, seguiremos viaje. La historia entonces se centrará en conseguir las cuatro Medallas que necesita nuestro padre como prueba de que estamos al nivel del desafío (¡Por dios santo! Es tu hijo, flaco. ¡Podes pelear tranquilamente en el patio de tu casa que no te va a caer una denuncia del Sindicato de Líderes de Gimnasio!) para continuar hasta la Liga regional.

Cuenta la leyenda que alguna vez hice cosplay del Team Magma. No gané, ¡pero tampoco perdí!

El tema es que todo marcha de maravilla hasta que nuestro personaje queda involucrado en un crimen perpetrado por una nueva organización criminal y que variará dependiendo del cartucho: el terrible Equipo Magma / Aqua (dependiendo de si es Zafiro o Rubí). Se trata de una peligrosa organización que busca la paz a través de la destrucción del mundo tal y como lo conocemos, secando los mares y ampliando las capas terrestres (en el caso del Equipo Magma) o inundando la tierra y ampliando las masas de agua (como busca el Equipo Aqua). Para éstos propósitos buscan despertar al pokémon Legendario de nuestro cartucho, una entidad capaz de generar el cambio deseado (Groudon seca los mares en Zafiro, Kyogre inunda la tierra en Rubí). Nuestra misión consistirá en detener a este equipo ecoterrorista y restaurar la paz.

¡Eh, amigo! ¿Pinta peleita?
¿A dónde está yendo mi vida?

El juego mantuvo aspectos esenciales de las entregas previas y agregó conceptos nuevos que se mantendrían en el futuro. El apartado gráfico y sonoro resultó súper cómodo al oído, y eso se vio reflejado en el diseño de ciudades y paisajes de ésta entrega como la siguiente (el remake de primera generación de nombre Rojo Fuego y Verde Hoja). Los colores y las melodías no tenían comparativa con lo visto anteriormente. El diseño de las nuevas criaturas alcanzó nada menos que a 135 especies (que sumadas a las redibujadas de las otras generaciones ascendía a 202 de las 386 que existían entre todas las entregas). Pero esto no quedaba ahí, puesto que se había agregado a las mismas un apartado que mejoraba (o empeoraba) su rendimiento en combate, las habilidades, que ascendían a 77 distintas y había entre dos y tres por cada pokémon (por ejemplo: «levitar» hacía que un pokémon no sufriera daño de ataques como terremoto, o que «pararrayos» absorbiera los ataques eléctricos). De ésta forma podía haber dos Ampharos de un mismo nivel pero que, por ambos elementos, uno fuera mejor que el otro.

El juego eliminaba el ciclo de dia y noche pero agregaba un apartado único de climas en las zonas que visitábamos. Llueve sobre mojado.

El juego ahora nos mejoraba, justamente, la experiencia de juego. Mientras que antes sólo podíamos caminar o ir en bici, en ésta entrega adquiríamos las deportivas, unas zapatillas que nos permitían correr. La bicicleta se mantuvo pero dispuso de dos variantes a diferencia de la única anterior. Mientras que la Acrobike nos permitía saltar (y hacer willy), la Machbike tenía dos velocidades. Cada una tenía un uso específico en distintos paisajes. Y retomando el tema de los paisajes, ahora se agregaron distintos climas. De ésta forma podíamos tener un clima soleado a lo largo de nuestra aventura, como niebla en algunas islas, incluso lluvia y tormentas eléctricas en determinados espacios. Hasta se agregó la caída de ceniza proveniente de un volcán. Esto fue algo que llamó mucho la atención pero que tuvo un alto costo: se eliminó el ciclo de día y noche que habíamos visto en la entrega anterior.

Aún así, si bien perdimos en parte la posibilidad de ver estas mejoras de noche, y con la consigna de una región mucho más rica en el aspecto ecológico, se agregó una función increíble: las bases secretas. Las bases secretas eran refugios personalizables donde podíamos improvisar un hogar con nuestros peluches, mesas y demás decoraciones (similar al cuarto en Johto). Y con la intención de incursionar y ser parte del paisaje se presentó una nueva MO llamada «Buceo», que no sólo nos permitía surfear el agua sino sumergirnos y encontrar un nuevo mundo bajo el agua, que además era vital para continuar con el modo historia.

Entre otras cosas que se agregaron el juego tuvo una nueva modalidad de combate llamada los Concursos Pokémon. En éstos inscribíamos a un pokémon de nuestro equipo para competir contra otros en una especie de duelo donde ninguno recibía daño o subía de nivel, sino que debía impresionar a los jueces en alguna de las modalidades que quisiéramos (carisma, belleza, dulzura, ingenio y dureza). De ésta manera nuestro pokémon podía ganar distintos Listones, alejando un poco la única forma de competir que era por combate.

Por último, y una de las mayores funciones agregadas que cambiarían el concepto del juego en comparación con los anteriores asentando un nuevo principio, el juego nos presentaba un nuevo tipo de combate: el doble. En éste caso, y en ocasiones contadas, podíamos enfrentar a dos entrenadores al mismo tiempo, permitiendo que enviáramos a dos de nuestro de equipo en lugar de uno. El combate doble no sólo se limitó a aparecer en contados momentos sin repercusión, sino que ahora se sumaban al contexto histórico del juego. Esto supuso el inicio del juego competitivo junto con las habilidades, dado que el juego ahora requería muchas más estrategia que las entregas anteriores. En breve vamos a tocar este tema nuevamente.

Esas perlitas que no pudimos disfrutar nuevamente…

Como era costumbre, la tecnología disponible para los videojuegos en otros países no era la misma que la que podíamos encontrar en una tienda de videojuegos de acá. Por estas razones solia suceder que nuestra experiencia de juego dejaba mucho que desear en comparación con aquella que nos exhibían las guías y revistas de juego de otros lugares o el mismo Internet.

El E Reader, la antesala de las tarjetas de crédito para comprar cosas.

Entre estas joyitas de colección se encontraba un pequeño aparato llamado E Reader, que entre 2001 y 2004 estuvo en las tiendas con el fin de ampliar la historia de nuestros títulos favoritos (algo similar a un DLC pero sin la conexión a Internet). De ésta forma, al conectar el aparato a nuestra consola, podíamos pasar a través de una ranura una tarjeta que nos desbloqueaba ítems especiales, zonas de juego y hasta minijuegos. Si bien el aparato tuvo su gran éxito en Japón donde permitía el acceso a otras funciones de infinidad de títulos, Pokémon fue el que más (y quizás el único) lo explotó en Occidente. En parte éste logro fue gracias al boom del juego de cartas intercambiables que desde la expansión “Expedition” (y en todo el bloque de Rubí, Zafiro y Esmeralda) las mismas traían un código para escanear y agregar datos en la pokedex. Además, y a través de una tarjeta especial llamada Ticket EON, se podía acceder a la misteriosa Isla Sur, donde accedíamos a Latios o Latias dependiendo de nuestro cartucho.

En una función más accesible, pero aún así remota para el promedio de jugadores habituales, el juego permitía la conectividad con la consola de mesa de Nintendo: la Gamecube. A través del cable específico (y ya no de un transfer pack como había sido en Nintendo64) el juego se vinculaba al título Pokémon Colosseum (donde al igual que en Stadium podíamos combatir con nuestro equipo de Gameboy Advance) o Pokémon Cannel (juego más infantil similar a Hey, Pikachu!), donde accedíamos a la descarga de Jirachi tras completar ciertas misiones.

Si bien ambas funciones fueron mucho más accesibles que el onírico sistema de conexión telefónica de Pokémon para dar con Celebi en Oro y Plata, en éstos casos era indispensable contar con el equipo correspondiente (E Reader y Gamecube, más sus juegos y cables) para disfrutar aún más la aventura. Algo así como un dineral para mejorar la experiencia.

Pokémon Esmeralda. No de nuevo…

Corría el año 2005 y las entregas de la tercer generación cumplían casi dos años. Nintendo presentó entonces una tercer entrega como ya nos tenía acostumbrados: la versión Esmeralda. En esta contábamos con una cantidad de mejoras que potenciaban la experiencia. La trama se desviaba levemente como en Cristal, en un Hoenn donde los equipos Aqua y Magma mantenían su disputa, pero logrando sus planes. Para esto debíamos despertar a Rayquaza, una enorme serpiente voladora capaz de apaciguar la ira de estos titanes. El juego dio nuevos agregados que hicieron que valiera la pena hacerse del título, cosechando en el camino una buena recepción de la crítica.

Se añadió como principal diferencia la trama de Rayquaza y el Frente Batalla, un espacio de combate competitivo que desbloqueábamos una vez finalizado el juego y que nos ponía frente a nuevos entrenadores, mucho más complejos que los ya conocidos. Entre otras mejoras se incluyeron sprites en movimiento (como en Cristal), señalizadores de colores dependiendo de cuántas veces podíamos seguir usando un ataque, carteles y una temática verde en el vestuario de nuestros personajes. El Pokenav ahora nos permitía repetir combates dobles, una nueva forma de Deoxys, e incluso la activación de eventos especiales para Mew, Lugia y Ho Oh. Además ya podíamos hacernos de Kyogre y Groudon, combatir contra el equipo Aqua y Magma, conseguir ambos fósiles y elegir entre Latios y Latias.

Los primeros pasos del juego competitivo

Si bien de esto quiero hacer una nota aparte, al menos me gustaría dar un pantallazo que cubra medianamente los primeros pasos del juego competitivo como hoy lo conocemos. Ya en las primeras entregas de los juegos de Pokémon habíamos aprendido que dos pokémon del mismo nivel y nombre podían ser diferentes. Pero no fue sino hasta la tercer generación que la brecha se separó aún más. En esta entrega nuestras criaturas disponían de una función nunca antes imaginada: las Habilidades.

Las habilidades son típicas de cada especie. Son, a grandes rasgos, condiciones especiales que mejoran el rendimiento o favorecen alguna situación dentro o fuera del combate. De ésta manera Ampharos puede disponer de la habilidad “pararrayos” que hace que los ataques eléctricos no le hagan efecto y Mightyena puede aprovechar “intimidación” para reducir las estadísticas del oponente. Las habilidades pueden variar entre sí y algunas especies pueden tener disponibles más de una. En ésta entrega las habilidades disponibles a repartir entre los pokémon nuevos y conocidos llegaban hasta 77. Esto permitía generar una estrategia variada, pues ahora dos pokémon iguales podían ser muy diferentes en combate. Esto llevó a que los jugadores pudieran competir entre sí en combates dobles y armando estrategias increíbles. Algo que se mantendría hasta hoy con increíbles mejoras, asentando los principios del juego competitivo tal y como lo conocemos.

Omega Rubí, Alfa Zafiro: los remakes que no podían faltar

En 2014, ya con un salto tecnológico que nadie hubiera imaginado y una consola bien asentada en el mercado como la Nintendo 3DS, Pokémon presentó el tercer remake de sus entregas principales. Si en 2004 habíamos conocido la remasterización de Kanto y su primer generación bajo el título Rojo Fuego / Verde Hoja  (del que podés leer en la nota de rojo azul y amarillo) y en 2009 la de Johto bajo el título Heart Gold y Soul Silver (en la nota de oro plata y cristal), ahora tocaba el turno de Hoenn. Llegaban al mercado las entregas Omega Rubí y Alfa Zafiro.

Manteniendo el motor gráfico de la sexta generación, se rediseñaron los personajes originales y los equipos villanos, llegando incluso a rehacer de 0 algunos que en 2004 habíamos visto totalmente diferentes. El juego rescató los principales atractivos de su versión original como el uso de bicicletas, pokecubos, torneos y bases secretas, pero los unió a los más actuales como la Megaevolución, el vuelo en lomo de Latias/Latios, un Poke recreo, y un post game llamado Episodio Delta. En éste, con una historia fantasiosa con tintes románticos, montaremos a lomo de Rayquaza para un combate estelar contra Deoxys. Si no lo jugaste, es obligación.

El remake tuvo excelentes críticas pese a que muchos jugadores catalogaron la entrega como floja e inmadura. En lo personal, por el afecto que le agarré con el correr de los años, considero que el remake es justo y necesario. No llega a ser mejor que el original, pero no deja de ser un título que todos deben jugar, al menos una vez. Posta, el megavuelo es por lejos de lo mejor que vi.

Curiosidades:

Es el juego que más ventas logró para la consola de Gameboy Advance, superando otros súper títulos como Zelda o Mario.

A diferencia de las entregas previas Gold / Silver, vuelven los fósiles y la zona safari.

El juego tuvo conexión con otros dispositivos como la Nintendo Gamecube a través de un cable especial y el Pokémon Colosseum contó con un lector de tarjetas exclusivo que ampliaba contenido de juego.

A diferencia de los Legendarios singulares como Mew o Celebi, de los cuales hablamos en otras notas, en esta ocasión se podía acceder a Jirachi a través de un juego llamado Pokémon Channel perteneciente a la Gamecube, y del cual debíamos descargar sus datos en la partida.

Fue la única entrega donde se desarrolló un evento llamado Concurso Pokémon. En el mismo elegíamos a un pokémon cuyos ataques podían pertenecer a carisma, belleza, dulzura, ingenio o dureza, recibiendo con éste cintas de premio.

El juego tuvo conectividad con Diamante y Perla de Nintendo Ds, para que así los pokémon de nuestra partida de Rubí y Zafiro pudieran ser enviados a la nueva entrega.

Ésta generación sería la ultima que utilizaría el sistema de cable para conectar consolas (tanto para intercambio como para combate), siendo la conexión inalámbrica la siguiente forma a partir de la Nintendo DS.

El E Reader sólo duró esta generación, pero permitió un sinfín de eventos y beneficios para aquellos que pudieron disfrutarlo.

En resumen

Pasaron ya casi 16 años de esa arriesgada decisión de instalar un juego trucho en mi computadora. Y si bien tuve que llamar a un técnico, es por lejos de las mejores cosas que he hecho por fanático. De no haberme animado, quizás esta tercer generación no me hubiera marcado como sucedió con las demás (y eso que escribe alguien que fue de los primeros en jugar las entregas Azul y Plata). El juego obviamente tiene una experiencia mucho más disfrutable si disponemos de una Game boy Advance SP (con retroiluminación). Como buen pokefan siempre voy a insistir que pese al cansancio y el presupuesto que conlleva, disfrutar estos títulos en su consola original es una experiencia inolvidable. Aún así, como con todos los títulos de Gameboy color y Advance, la cantidad de lugares donde conseguir un emulador y roms es increíblemente extensa. Incluso pueden hacerlo desde el teléfono celular. ¡Gracias por leerme y nos vemos en una semana con nuevas notas!