PC gaming por piezas calidad-precio: ¿cuál es mejor comprar? Consejos y recomendaciones – Vida Extra

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Los ordenadores son una de las mejores herramientas que existen para jugar, bien lo sabemos. Tanto es así, que es una de las opciones preferidas por muchos usuarios en lo que a gaming se refiere, incluso por encima de las consolas. Y eso que estas últimas tienen un hardware y un software enfocados exclusivamente a jugar.
Pero no es de extrañar que el PC gaming cuente con más adeptos por día que pasa. A su favor tiene aspectos tan importantes como las muchísimas opciones de configuración por parte del usuario, así como un mayor rendimiento que la mejor de las consolas que haya disponibles en cada momento. A cambio, eso sí, de un mayor coste.
Eso por no hablar de que un PC gaming puede llevar a cabo otras muchas tareas exigentes, tanto personales como profesionales; un hardware capaz de mover los últimos títulos del mercado también resultará más que solvente en renderizado de vídeo, edición de fotografía, diseño gráfico y un largo etcétera.
De modo que, teniendo esto en cuenta, vemos como con cada presentación de nuevos componentes, el hype entre la comunidad de la master race se dispara, y montarnos un PC gaming nosotros mismos es un tema recurrente año tras año. Aunque, como sobradamente nos habremos dado cuenta a estas alturas del 2021, en la actualidad no es tan fácil como en otras épocas.
Nos referimos a los graves problemas de abastecimiento y stock de componentes que nos toca vivir hoy en día, principalmente en lo que a tarjetas gráficas se refiere. Así que sí, montarse un PC gaming por piezas ahora es bastante complicado. E incluso si lo conseguimos, probablemente será con un sobrecoste importante.
Pero en tiendas especializadas es más sencillo, gracias a que en la mayoría de los casos disponen de cierto stock para ordenadores enteros. Es decir, que si configuramos y compramos el PC en dichas tiendas, podemos acceder más fácilmente a gráficas de última generación. Por lo que no es una mala idea para quien no quiera esperar a que el mercado se estabilice. Que por otro lado, a saber cuándo será.
Así, a continuación veremos unos cuantos presupuestos interesantes en plena mitad de 2021, con diferentes enfoques y para distintos usos (aunque siempre con el factor gaming como eje). Pero antes, repasemos brevemente los aspectos fundamentales que hemos tenido en cuenta a la hora de configurar estos PC gaming a medida.
En pocas semanas va a hacer un año desde que la serie RTX 3000 de NVIDIA viera al fin la luz, y un poco más desde que las nuevas gráficas AMD hicieran lo propio. Y tantos meses después, hacernos con una de estas GPUs sigue siendo un auténtico quebradero de cabeza; se siguen sucediendo lanzamientos, como las recientes 3070Ti y 3080Ti, que se agotan a los pocos minutos de salir al mercado.
Pero en el caso de que consiguiéramos comprar alguna, siempre va a ser una buena opción. Porque a día de hoy muchas de las RTX 2000 (e incluso anteriores) siguen ofreciendo un excelente resultado en gaming a pesar de llevar ya un tiempo en el mercado.
Así, lo más equilibrado (aunque igualmente caro) si lo que queremos es dar sí o sí el salto a la última generación, serían las RTX 3060, 3070, 3080 y sus variantes ‘Ti’. Aunque, como decimos, GPUs como las RTX 2060, 2070 o 2080 también son unas grandes opciones. Y más económicas, dicho sea de paso. Eso sin olvidarnos de la GTX 1660 Ti, que para 1080p a 60 fotogramas por segundo es una excelente opción.
En este componente no existe tanto problema respecto al stock. E incluso estamos viendo estabilizarse el mercado y bajar los precios de algunos modelos muy, pero que muy interesantes. Como los Ryzen 5 3600 y Ryzen 7 3700X; dos de los mejores procesadores de la anterior generación en relación calidad-precio, que a día de hoy pueden comprarse a unos precios muy atractivos.
Aunque sin salir de AMD, y dando el salto a la recién estrenada serie 5000, tenemos al que podríamos considerar el rey de la gama media en 2021: el Ryzen 5 5600X, el cual podemos adquirir por un precio que suele rondar los 300 euros, lo que lo hace la opción más interesante a día de hoy dentro del ecosistema AMD. Ecosistema que, por otra parte, ha sido capaz de plantar cara a Intel hasta el punto de ser una de las preferencias más extendidas de los consumidores.
Y hablando de Intel, claro, también tenemos algunos modelos muy a tener en cuenta. Por ejemplo, el i5-11400, que por un precio realmente contenido ofrece una potencia más que suficiente para los últimos juegos del mercado… y mucho más para los anteriores.
Al respecto de la memoria RAM, los estándares en pleno 2021 están más que claros: 16 GB como mínimo, ideal si pasan a 32 GB (aunque no es tan determinante como GPU o CPU). De modo que si lo que queremos es jugar, con 16 no tendremos ningún problema. Aunque de cara a que nuestro equipo envejezca mejor, con 32 nos olvidaremos de la RAM durante mucho tiempo.
Aunque en este sentido, hay un detalle que debemos tener en cuenta: dos módulos de RAM son mejor que uno. Así que es preferible usar 2 x 8 GB para una configuración de 16 GB, así como 2 x 16 GB para un total de 32 GB. Ocuparemos un slot más de la placa base pero a cambio obtendremos unos cuantos fotogramas por segundo extra.
Sin salir de las memorias, vamos con la interna. Dicho de otro modo: el almacenamiento. Aquí lo ideal es contar con un disco duro SSD para el sistema de al menos 256 GB. Aunque si puede ser mayor, mejor. Y para instalar los juegos, con 1 TB ya iríamos bien.
Todo depende de a qué títulos juguemos, claro, porque no es lo mismo Call of Duty: Warzone que No Man’s Sky. Y si podemos destinar algo más de presupuesto a este componente, no sería mala idea usar todos los discos del tipo SSD; evitaremos ruidos mecánicos y ganaremos en tiempos de carga. Aunque si es para puro almacenaje, los HDD son una excelente opción. Y más barata.
Finalmente, repasemos otros aspectos que, si bien no son tan fundamentales como los anteriores, también juegan su papel en un equipo gaming interesante. Por una parte tenemos la placa base. Lo que debemos tener en cuenta es que el socket sea compatible con la plataforma que vayamos a usar; AMD e Intel usan diferentes, de modo que según la marca de la CPU así deberá de ser la placa.
El resto de especificaciones de este componente dependen del gusto de cada cual: que presente más o menos puertos SATA, PCIe, M.2, iluminación RGB, factor de forma, suficientes conexiones, WiFi y/o Bluetooth… Aunque por regla general los modelos gaming suelen venir preparados para que podamos crear un equipo para jugar sin mayores limitaciones.
Por otro lado tenemos la fuente de alimentación: ese componente que se encarga de recibir la corriente eléctrica y repartirla entre los componentes. Y aunque existen muchas marcas y modelos en el mercado, este es un aspecto donde no debemos escatimar. Nunca. Porque un fallo en la fuente puede llevarse por delante el resto del equipo. Así que debemos aspirar a una 80 Plus Bronce o superior (que nos asegura un mínimo de calidad).
Al respecto de la caja que elijamos, así como el disipador de la CPU, también es cuestión de gustos… y de necesidades. Es decir, que tiene que agradarnos a la vista, pero sin que esto prime por encima del enfriamiento. Así, la caja del PC tendrá que ser lo más abierta y con el mayor número de ventiladores posible para que la ventilación sea la adecuada.
Y para enfriar la CPU tenemos, básicamente, dos opciones: por aire o mediante refrigeración líquida. Esta última es recomendable en equipos muy potentes, cuyos procesadores generen una gran cantidad de calor. Y si nos decantamos por el aire, las CPUs de las gamas más altas de AMD traen uno que puede servir perfectamente (si no queremos entrar en el mundo del overclock, claro). Pero para el resto, lo ideal es adquirir un disipador con uno o más ventiladores, así como una pasta térmica de buena calidad.
Y ahora sí, vamos a ver unos cuantos presupuestos hechos a medida con los que poder jugar perfectamente a lo que tenemos disponible en el mercado de los videojuegos en pleno 2021. Centrándonos en diferentes configuraciones, dependiendo de si están destinadas a jugar en Full HD, Quad HD o Ultra HD (las tres resoluciones más extendidas) con diferentes pretensiones en lo que respecta a los fotogramas por segundo.
Eso sí, con la mente permanentemente puesta en el ya comentado problema de stock y sobrecoste de piezas, que hace que uno de estos ordenadores resulte más caro ahora que (esperemos) dentro de poco. Pero para hacernos una idea de lo que podemos conseguir hoy en día, nos vienen muy pero que muy bien. ¡Vamos con ellos!
Por poco más de 1.000 euros (1.107,27 euros) tenemos este primer equipo gaming tan económico. Hoy en día es complicado que «económico» y «gaming» puedan ir en una misma frase. Pero ordenadores como este lo hacen posible.
Se trata de un equipo enfocado a jugar a resolución 1080p o menor, y a una tasa de 60 fotogramas por segundo. De hecho es posible que muchos títulos puedan superar dicha cifra, pero ese es el objetivo del presupuesto. Cuenta con una gráfica NVIDIA GTX 1660 Super Gaming X de MSI, de modo que se queda fuera de los requisitos para probar ray-tracing o DLSS. Pero, como decimos, para Full HD a 60 FPS no debemos tener mayores problemas.
El resto de las especificaciones son: placa base MSI B450 Tomahawk Max II, 16 GB de RAM CL 16 (2 x 8), SSD 480 GB A400 de Kingston, 1 TB de HDD WD Blue de 3,5″, fuente de alimentación 650 W 80 Plus Bronze Corsair, CPU Ryzen 5 3600 y disipador Cooler Master Hyper 212 Black Edition.
PC Gaming con GTX 1660 Super / B450 / Ryzen 5 3600
Con un precio ligeramente superior (1.365,27 euros) tenemos este otro PC gaming. Sigue contando con un precio bastante contenido, pero supone un salto de calidad importante al incluir una gráfica RTX 2060. Concretamente, una de Gigabyte RTX 2060
Esto se traduce en poder superar la barrera de los 60 fotogramas por segundo en la mayoría de los juegos del mercado, a poco que ajustemos las opciones gráficas. Uno de los estándares en cuanto a monitores son los 144 Hz, y con un equipo de estas características sacaremos todo el provecho a estas pantallas.
Además, el hecho de contar con una GPU de la serie 2000 hace que entremos de lleno en el mundo del ray-tracing y el DLSS. El primero nos dará una mejor calidad de imagen a costa de perder rendimiento, mientras que con el segundo ganamos fotogramas por segundo en los juegos que lo implementan; cada vez más, es un must have en el sector gaming.
El resto de las especificaciones son: mismo procesador y disipador que en el anterior PC (Ryzen 5 3600 y Cooler Master Hyper 212 Black Edition), placa base Gigabyte B550 AORUS PRO V2, 16 GB de RAM (2 x 8) CL 16 Corsair Vengeance LPX, 480 GB SSD Kingston más 1 TB WD Blue de HDD, fuente de alimentación 650 W 80 Plus Gold BitFenix Whisper.
PC Gaming con RTX 2060 / B550 / Ryzen 5 3600
Este otro equipo (1.621,16 euros) está claramente enfocado para poder alcanzar sin problemas los 60 fotogramas por segundo a resolución Quad HD (2.560 x 1.440 píxeles). Y buena parte de la culpa la tiene, ahora sí, la gráfica RTX 3060 de nueva hornada. Es cierto que esta tiene un precio bastante superior al recomendado, pero si queremos hacernos con ella en la actualidad no nos queda otra.
Jugar a 1440p con una tasa de FPS de 60 o más se está convirtiendo en un estándar. Y PCs gaming tan equilibrados como este lo permiten sin gastar demasiado. Todo ello a pesar de que, como decimos, estamos pagando un sobrecoste por la tarjeta gráfica. Pero en cualquier caso es asumible si recortamos por otro lado. En este caso, por ejemplo, hemos prescindido del disipador de la CPU, ya que este Ryzen trae uno de serie suficiente siempre y cuando no queramos hacer overclock. Y si más adelante se nos queda corto, es un componente fácil de actualizar.
Los componentes de esta configuración son: la citada RTX 3060 de MSI (una Gaming Trio con tres ventiladores), Ryzen 7 3700X, placa base Asus TUF Gaming B550-Plus, 16 GB de RAM (2 x 8) CL 16 Crucial Ballistix RGB, 1 TB SSD NVMe WD Blue M.2 SN550, 2 TB HDD WD Blue 3,5″ y fuente de alimentación modular 80 Plus Gold 750 W RM750 de Corsair.
Buena combinación de componentes con bastante espacio de almacenamiento en el que instalar muchos juegos, tanto en el SSD como en el HDD. Además, contar con una gráfica como esta con 12 GB de VRAM nos asegura tener el futuro bastante cubierto, aunque los juegos que están por venir demanden más memoria. Todo ello pudiendo probar con todo lujo de detalles el ray-tracing, que cada vez está presente en más títulos. Algunos de los últimos en añadirlo han sido Cyberpunk 2077 y Resident Evil: Village.
PC Gaming con RTX 3060 / B550 / Ryzen 7 3700X
Damos un salto de calidad con un equipo ideal (1.939,26 euros) para jugar a resolución 2.560 x 1.440 píxeles manteniendo una tasa de fotogramas por segundo cercana a los 144. Esto depende en gran medida de los títulos, por supuesto, así como de la calidad gráfica que elijamos. Pero en líneas generales, con un hardware de estas características no habrá juego que se nos resista, a la vez que se trata de un PC con vista mantenerse a pleno rendimiento en el futuro inmediato.
La joya de esta corona es, claro está, la gráfica. Hemos incluido una RTX 3070, ya que por calidad-precio (bastante elevado en estos momentos) es uno de los modelos más equilibrados para el objetivo que buscamos: 1440p a 144 FPS. Concretamente, se trata de una EVGA XC3 Ultra Gaming.
El resto de los componentes son: AMD Ryzen 5 5600X junto a un disipador por aire Noctua NH-U14S, placa base MSI MAG X570 Tomahawk WiFI, 16 GB de RAM (2 x 8) CL 16 Corsair Vengeance RGB Pro, 500 de SSD NVMe M.2 WD Blue SN550 más 1 TB de HDD WD Blue 3,5″ y fuente modular de 750 W 80 Plus Gold de Corsair: la RM750.
PC Gaming con RTX 3070 / X570 / Ryzen 5 5600X
Llegamos al final con la configuración más cara de todas (2.607,19 euros), pero la más potente en cuestión de potencia gaming. Está pensada para dar el salto a Ultra HD, también conocido como 4K, a una tasa de fotogramas por segundo de 60. Podemos apostar por más, pero entonces el precio se dispara y aun así no sería fácil mantener más FPS.
En este caso, como no podía ser de otra manera, la GPU elegida ha sido una RTX 3080: la EVGA FTW3 Ultra Gaming de 10 GB. Eso sí, a un precio de 1.299,90 únicamente la tarjeta gráfica, muy por encima del precio recomendado por parte de NVIDIA en el momento de su lanzamiento. Pero si queremos jugar a máxima resolución a cualquier juego, no queda otra que pasar por caja.
Así que el resto de componentes que acompañan a semejante gráfica, como no podía ser de otra manera, también están a la altura. Son: mismo procesador que el anterior, AMD Ryzen 5 5600X así como idéntico disipador por aire. A lo que sumamos una placa base X570 Asus ROG Strix Gaming, 32 GB de RAM (2 x 16) CL 18 Kingston HyperX Fury, 500 GB de SSD NVMe WD Blue SN550 M.2 más 1 TB WD Blue HDD de 3,5″ y fuente de alimentación RM850x de 850 W 80 Plus Gold modular de Corsair.
PC Gaming con RTX 3080 / X570 / Ryzen 5 5600X
Y además de estos presupuestos, siempre podemos hacernos nuestras propias configuraciones al gusto por si necesitamos más almacenamiento o añadir algún periférico como ratón, teclado o pantalla.
Puedes configurar tu PC gaming a tu medida mediante en PcComponentes
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