Domingo, 09 de Enero de 2022
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Juan Brodersen
El mundo de las criptomonedas es amplio y diverso. Están los inversores, que compran y venden según la cotización. Los exchange, que se quedan con una comisión por las transacciones. Y los mineros, quizás los protagonistas de esta inversión de moda tan atractiva como volátil: los que “crean” estas monedas virtuales y las inscriben en el blockchain, el registro público de todas las transacciones.
Bajo este panorama, quienes tengan una buena PC para jugar videojuegos también pueden hacer unos pesos por mes, si están dispuestos a tener la computadora prendida una buena parte del día: Clarín lo hizo durante un mes para ver cuánto dinero se puede ganar.
Aunque no lo parezca, el precio de la electricidad en Argentina es bajo en relación al de otros países para el consumidor final y esto hace que minar bajo la modalidad “lobo solitario” deje un margen de ganancia que, en algunos casos, puede llegar a pagar gastos mensuales como las expensas.
Ahora bien, ¿cómo afecta a nuestra computadora? ¿Se puede usar mientras se está minando? ¿Qué estamos haciendo exactamente cuando estamos minando? ¿Cuánto dinero se puede hacer en un mes o un año?
La “minería” implica dos cuestiones: por un lado, la creación de criptomonedas. Esto se suele hacer con computadoras muy potentes que no están al alcance de la mano. Pero el proceso de minado también se aplica con criptomonedas que ya se encuentran en circulación.
Esto es lo que se conoce como la inscripción de los movimientos en el blockchain, y sucede porque las criptomonedas son descentralizadas: no hay “terceras entidades”, como los bancos, que garanticen la seguridad de las transacciones. Todo se “anota” en un registro público, una suerte de libro contable público, al cual se puede acceder desde cualquier computadora.
Es este tipo de minería el que suelen hacer quienes tienen una PC potente (como las que usan los gamers), ya que, por lo general cuentan lógicamente con una sola placa de video.
“Cualquiera puede minar por su cuenta y teniendo muchísima suerte podría llevarse toda la recompensa, pero como la cantidad de soluciones posibles a intentar es gigante y hay tanta competencia, es más difícil que ganar la lotería. Entonces los mineros se anotan en pools, que agrupan el poder de minado de mucha gente”, explica a Clarín Carlos Bederián, profesor de Ciencias de la Computación en FAMAF, que programa y administra las supercomputadoras de la Universidad Nacional de Córdoba.
Así, tanto la minería para crear nuevas criptomonedas como para agregar transacciones al bloque se hace resolviendo una serie de problemas matemáticos muy complejos. Requieren un gran poder de cómputo, para lo cual las placas de video (GPU) tienen una arquitectura mucho más eficiente que los clásicos procesadores de computadoras (CPU).
Lo primero es una PC como las que se usan para los videojuegos: esto implica, de movida, una muy buena placa de video.
La minería saca provecho de las placas de video porque el poder de cómputo de los GPU (Graphic Processing Unit) tiene un ancho de banda de memoria muchísimo mayor a la de un CPU (lo que tradicionalmente se considera el “cerebro” de la computadora) y tiene, además, una capacidad de cómputo más alta.
La computadora que utilizó el periodista de Clarín para minar criptomonedas. Foto: Maxi Failla.
“A pesar de que las placas son caras, la relación entre los teraflops y los dólares que cuesta hace que sean más baratas para la minería”, explica a Clarín Nicolás Wolovick, Licenciado y Doctor en Ciencias de la Computación de la Facultad de Matemática, Astronomía y Física de la Universidad Nacional de Córdoba.
Así, si contamos con una computadora con una placa de video potente, lo siguiente que se necesita es un programa para poder minar. Hay muchas opciones que se encuentran googleando y en YouTube hay muy buenos tutoriales para configurarlos. Algunos de los más conocidos son LolMiner, MultiMiner, EasyMiner, BTCMiner, NiceHash o Kryptex, con distintas ventajas y desventajas en cuanto a los rendimientos y las comisiones que cobran. Ofrecen “pools” de minería, esto es, un grupo de mineros que trabajan juntos para contribuir a la generación de los bloques del blockchain.
“Cuando los pools son suficientemente grandes consiguen recompensas seguido. Cada vez que ganan, lo que se ganó se reparte de acuerdo a cuántos intentos aportó cada uno al pool, y el operador del pool se queda con alguna comisión. De esa forma un minero chico puede recibir recompensas pequeñas frecuentemente”, agrega.
Se descarga un programa para minar y se lo agrega como excepción al antivirus (la mayoría los bloquea por seguridad).
Se abre el programa y se configura si se quiere programar para que mine en determinadas horas.
El programa comienza la inscripción de movimientos en el blockchain: proceso de validación de transacciones usando criptoactivos que ya se encuentran en circulación.
Cada determinado tiempo, este proceso se recompensa con un pago en criptoactivos.
Al cabo de un mes, el resultado de minar durante medio día todos los días fue de 7.480 pesos con un consumo eléctrico que representó mil pesos más en la factura de luz.
Este tipo de recompensas son las que suelen recibir quienes minan con una sola computadora: debido a que es la que menos inversión específica requiere, es la forma más accesible para intentar tener una rentabilidad o incluso ir amortizando el costo de la placa de video.
En nuestras pruebas, decidimos minar durante 12 horas por día, durante un mes, principalmente durante la noche. En esta rutina, la PC quedó prendida entre las 9 de la noche y las 9 de la mañana, minando.
Es importante aclarar que la PC se puede usar mientras se está minando, pero sólo para tareas que no requieran del uso de la placa de video. No se puede minar y jugar al mismo tiempo, como tampoco se pueden hacer renders o trabajar con tareas que exijan a la placa de video.
Sí se puede usar la PC para tareas de productividad de oficina: paquete Office, navegación web, videollamadas. Pero para cualquier cosa que demande el uso de la potencia de la placa de video, la PC queda inhabilitada.
Hay que tener en cuenta que el ruido que emite la PC se incrementa, ya que los ventiladores de la placa de video para mantener la refrigeración correctamente oscilaron entre el 65% y por momentos hasta el 90%, y esto se escucha lo suficiente como para ser un poco molesto (aunque luego de un rato pasa a ser ruido blanco).
Clarín pudo minar a un promedio de 40 MH/s y, si bien estos parámetros se pueden tocar para tener más rendimientos y llegar a 45, el ruido de la PC se incrementa notablemente, además de subir la temperatura del GPU de 56 grados a 70 y las revoluciones por minuto de los ventiladores de 1600 a 2900.
El promedio de dinero hecho en un mes fue de 0.00140023 BTC, esto es, aproximadamente 1,4 dólar por día: un total de 44 dólares en un mes, entre el 24 de mayo y el 24 de junio.
Esto, según los valores bajo los cuales cambiaban los exchange en ese momento (dólar a 170), representó cerca de 7.480 pesos mensuales.
Sin embargo, a esto hay que descontarle el precio de la energía eléctrica extra utilizada: la PC consume más cuando está con la placa de video trabajando. Para poder comparar la diferencia de consumo, sin minar, utilizamos unos 43 Kwh por día, en una rutina de trabajo de home office. Minando, unos 91 Kwh: un 111% más.
Esto, que a nivel consumo es más del doble, se tradujo en una factura de luz que tuvo cerca de 1.000 pesos de más que lo habitual, en un departamento en un barrio porteño bajo el servicio de Edesur, dejando una ganancia neta aproximada de 6.500 pesos. La cifra se podría haber llevado al doble si se hubiese dejado a la PC 24 horas minando: unos 13.000 pesos mensuales.
Vale aclarar que durante el mes en el que hicimos el experimento, el precio del bitcoin osciló entre los 34 y los 40 mil dólares. Al ser un activo altamente volátil, esto influye mucho en el resultado.
Sistema monetario basado en almacenamiento, transmisión y cálculo de activos y transacciones. El estado del sistema son billones de bits en cientos de miles de sistemas de computación alrededor del mundo. Usan criptografía para proteger las transacciones y no existen en el mundo físico, sino sólo en el virtual.
Rama de la matemática que estudia cómo cifrar información de manera que solo las personas con las claves adecuadas puedan acceder a ella.
Función matemática que “licúa” información de manera tal que sea muy fácil “mezclarla”, pero casi imposible saber de dónde salió esa mezcla. Es uno de los tantos objetos de estudio de los criptógrafos y se usa para asegurar la autenticidad de los datos, desde almacenar contraseñas hasta inscribir un bloque en el registro público de las criptomonedas.
Velocidad a la cual se pueden computar funciones del hashing por parte de una o varias computadoras. Las criptomonedas dependen de esta fuerza computacional para acuñar nuevas monedas y se mide en MH/s (donde 1 MH/s es 1.000.000 de hashes por segundo). Todas las criptomonedas tienen una tasa de emisión cada vez menor, y por lo tanto cada vez se requiere más cálculo para lograr minar una moneda.
Base de datos donde se registran todas las transacciones de las criptomonedas. Son bloques de información encadenados por funciones criptográficas que hace que sea casi imposible modificar esa cadena sin que sea detectado. Tiene un carácter fuertemente distribuido para que sea más difícil de atacar.
Proceso de creación de nuevas criptomonedas a partir de la resolución de complejos problemas matemáticos (ver “hash rate”).
Programa utilizado para minar criptomoedas.
Computadora usada específicamente para minar criptomonedas. Suelen ser “estantes” donde se montan muchas placas de video juntas en una misma computadora para aumentar su poder de cómputo.
Chip que procesa algoritmos para computación gráfica en 3D, usualmente soldado a una placa de video. Son particularmente más eficientes que una CPU para dibujar gráficos 3D en tiempo real (renderizados), reproducir correctamente videojuegos y calcular hashes.
Chip que interpreta las instrucciones y ejecuta comandos a partir de operaciones lógicas y matemáticas.
Algo que se pudo detectar fue un bajón muy brusco el día 27 del minado: “Dentro de las criptomonedas existen las monedas estables (stablecoins como USDT) y las más volátiles, siendo los más claros ejemplos el Bitcoin, Dogecoin o Ethereum. En término de estabilidad, es difícil pensar en un valor estable en el futuro”, explica a Clarín Ariel Setton, especialista en medios de pago.
Las pruebas fueron realizadas se hicieron en una PC con procesador AMD Ryzen 5 3600X y una placa de video nVidia Geforce RTX 3060. Se usó NiceHash para minar Ethereum porque, a pesar de tener una comisión más alta que el resto, es uno de los más conocidos y fáciles de usar: es un buen punto de partida para entender el sistema, aunque si se quiere sacar más rentabilidad es aconsejable usar otros programas (como LolMiner).
Esta es una pregunta muy frecuente, ya que los gamers principalmente compran sus placas de video para jugar, no para minar: nadie quiere dañar un componente que hoy en Argentina cuesta entre 100 y 650 mil pesos.
“La calidad de la placa influye mucho: esas placas disipan muchísima potencia en muy poca superficie. Al tener tanta temperatura, los componentes empiezan a sufrir: las soldaduras, las placas. Las pequeñas bolitas que ‘pegan’ la GPU a la placa, si todo eso no es de extrema calidad y el conjunto de disipadores más ventiladores no funciona óptimamente, la placa se flexa, se arquea y esas bolitas se van rompiendo. Las cosas tienen que ser de muy buena calidad para que todo lo sucedáneo no se rompa, el silicio no se va a romper, pero todo lo que está alrededor sí puede romperse”, explica Wolovick, quien fue parte de la puesta en marcha de Serafín, la supercomputadora de Córdoba.
“En la placa tenés muchísimos componentes que se van desgastando de distintas formas. Entre otras cosas tenés los ventiladores que son mecánicos y se desgastan, el circuito de regulación de voltaje con capacitores por ejemplo, que son electroquímicos y se desgastan de otras formas, los chips como la GPU misma y las memorias que se van degradando por electromigración a medida que pasa corriente, aunque es muy raro que ocurra”, enumera Bederián.
Sin embargo, la conclusión es clara: si la placa de video es de buena marca, es muy raro que pase algo malo. “La experiencia que tenemos nosotros operando equipos de cómputo es que un porcentaje bajo del hardware falla relativamente temprano por algún componente defectuoso, pero la mayoría se aguanta varios años de operación continua en buenas condiciones”, sentencia el especialista.
Su crítica, incluso, no es tanto por el desgaste de componentes, sino más bien de índole medioambiental: “No tengo suficiente certeza como para recomendarle a alguien que arriesgue su hardware de cientos de miles de pesos. Personalmente opino que el riesgo de dañar el hardware minando 24/7 es bajo, y probablemente rompas una fuente mala antes que la GPU», dice «Bederián.
«Más allá de eso, hoy en día minar criptomonedas en el hogar usando electricidad subsidiada por el estado, y que además acá proviene principalmente de fuentes no renovables es cuestionable”, señala.
En tal caso, el debate queda abierto para saber si se quiere contribuir a explotar una energía no renovable que, por el hecho de estar subsidiada, parece no tener consecuencias en la billetera pero sí en el medio ambiente.
La experiencia de minar criptomonedas con una computadora doméstica. Foto: Maxi Failla
ILUSTRACIONES: HUGO HORITA
GS
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Edición Nº:9411 9 de Enero de 2022
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