El engaño comenzó cuando Sato informó al hombre que estaba “entretendiendo a un adinerado jefe chino” y que “habría gastos asociados”. Bajo esta premisa, logró estafarlo por una cantidad inicial de 300,000 yenes. Pero la historia no termina aquí. Sorprendentemente, Sato no solo se llevó el dinero sino que también se mudó con el hombre y lo tuvo cubriendo sus gastos de alojamiento y comidas hasta el 6 de agosto de ese año.
Una parte clave de esta historia es que, de acuerdo con la investigación, Sato nunca pagó la tarifa de alquiler acordada por los servicios del hombre. Esto solo empeoró la situación, ya que logró estafarlo por otros 700,000 yenes a través de gastos adicionales que, al parecer, nunca se utilizaron para los propósitos anunciados.
Para complicar aún más el asunto, cuando Sato contrató los servicios del hombre por primera vez, aparentemente pagó 90,000 yenes. Sin embargo, no cumplió con el acuerdo de pagar por otros servicios o devolver ninguna de las cantidades prometidas. Este incumplimiento de su parte llevó al hombre a tomar la decisión de denunciar el fraude a las autoridades policiales.
Este caso destaca la importancia de la honestidad y la transparencia en las relaciones personales, incluso en situaciones peculiares como las de un ‘novio de alquiler’. La investigación continúa mientras las autoridades se esfuerzan por garantizar que se haga justicia y que se resuelva adecuadamente este asunto. Los detalles completos de la historia están siendo examinados minuciosamente, y el resultado de este caso será seguido de cerca por aquellos interesados en la justicia y la integridad en las relaciones interpersonales.
Fuente: Livedoor News
