Análisis Deep Rock Galactic PS5 – 3DJuegos

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Minería espacial con enanos en un planeta lejano y alienígenas que quieren darte caza. Esta es la propuesta de Deep Rock Galactic, un shooter cooperativo de ciencia ficción que tras aterrizar en PC y Xbox llega por fin a la familia de consolas PlayStation. Os contamos todo lo que ofrece en nuestro análisis.
El trabajo de minería podría no resultar el más motivador para un videojuego, pero ya hay un buen puñado de títulos que nos han demostrado lo contrario, desde Minecraft hasta juegos que lo usan de distintas formas, como Terraria o SteamWorld Dig. Es una mecánica adictiva y que puede dar lugar a conceptos de juego muy atractivos, cosa que me ha demostrado un shooter cooperativo de ciencia ficción desarrollado por la compañía indie Ghost Ship Games.
Se trata de Deep Rock Galactic, un curioso título que nos pone en la piel de enanos espaciales en busca de recursos en otros planetas. ¿Su premisa? Llevarnos a un montón de niveles generados de manera procedural para extraer minerales, mientras resistimos los embistes de un montón de bichos alienígenas. Parece simple, pero la posibilidad de jugarlo en compañía de hasta tres jugadores, así como la oportunidad de subir de nivel y mejorar a nuestros personajes, erigen una peculiar aventura que puede llevarte fácilmente más de 60 horas.
La rejugabilidad es una de las claves del juego de la desarrolladora danesa, pero también lo es su concepto. Uso de la primera persona, entornos laberínticos, un buen puñado de gadgets y un acabado audiovisual austero pero suficiente como para mantenerte atrapado. Esas son las claves de un lanzamiento disponible para PC y consolas Xbox, y que además llega ahora a PlayStation 4 y PlayStation 5. Tiene sus defectos, por supuesto, con poca variedad de misiones y una jugabilidad algo encorsetada, pero son mayores sus virtudes que defectos.
El concepto jugable de Deep Rock Galactic es muy sencillo de entenderEl concepto jugable de Deep Rock Galactic es muy sencillo de entender: todo se basa en misiones que nos llevan a distintos escenarios que nunca son iguales. El diseño procedural de los mapas permite que cada partida sea distinta, aunque con unos objetivos muy comunes: principalmente, extraer minerales. A veces se plantea acabar con un determinado número de aliens o por ejemplo encontrar unos huevos. Por supuesto, hay objetivos secundarios que enriquecen la experiencia (y nos dan algo más de puntuación), pero la esencia del juego es explorar y usar tu pico sin parar.
La orientación en el mapa se convierte, por tanto, en una dinámica de juego fundamental. Para ello, contamos con un mapa 3D que es necesario usar sí o sí. ¿El motivo? Que a veces tendremos que abrir un camino inexistente para llegar a otra estancia o utilizar la tirolina para llegar a una zona más elevada. Este ha sido precisamente uno de los aspectos que más me han gustado, ya que a veces te pierdes y tienes que tirar de algo de ingenio para salir adelante. Eso por no hablar de que estaremos casi siempre a oscuras, cosa que nos obliga a lanzar bengalas cada dos por tres para orientarnos.
La sensación de estar en cuevas a cientos de metros bajo tierra en un planeta remoto es algo que está muy logrado. A esto contribuye la aparición de aliens que de vez en cuando vendrán a por nosotros (en ocasiones en temibles oleadas). Así que no es un juego siempre relajado. Tienes tus momentos de exploración y minería, pero también otros en que tocará sacar la metralleta y liarte a tiros con todo lo que se mueva. A este respecto, el gunplay no es el no va más, pero tampoco se comporta nada mal. Tenemos la pistola, un escudo de defensa y hasta llevamos un robot de escolta que nos apoyará cuando las cosas se tuerzan.
Relativo a esto, una vez cumplidos nuestros objetivos en un determinado mapa, tocará replegarnos y regresar a la base. Este camino de vuelta es frenético, con cuenta atrás, y es otro de los elementos que más me han convencido del juego. Aparte del asedio de los enemigos, que irán a por ti, tienes que guiarte en el mapa contrarreloj, porque la cápsula de escape aparece básicamente donde le da la gana. Esto genera cierta incertidumbre que a mí personalmente me ha resultado de lo más estimulante, porque entronca con la intención del juego: hacernos sentir indefensos en un lugar desconocido.
No hace falta decir que el juego mejora bastante cuando lo disfrutas online junto a otros usuarios (hasta 4 jugadores), aunque en mi caso he preferido jugar en solutario la mayor parte del tiempo y aun así lo he disfrutado. Claramente, es un juego enfocado a compartirlo. Esto viene apoyado por el hecho de que disponemos de distintas clases, desde el artillero (experto en el uso de armas) hasta el ingeniero (que puede hacer uso de torretas y estructuras defensivas). También está el explorador encargado de iluminar las estancias y el excavador que se especializa en abrir huecos para que los demás pasen.
En definitiva, el juego está hecho para que cada jugador escoja una clase y apoye el resto en una progresión que he de decir que tiene bastante miga. Podemos mejorar equipamiento, forjar herramientas y en definitiva hacer que nuestro protagonista sea cada vez más útil en las expediciones. Para más señas, es posible explorar una base en que deberás invertir unos cuantos minutos antes de enterarte de todo lo que tiene (que no es poco).
Como elementos no tan satisfactorios de la aventura, tal vez tenga que decir que los escenarios no varían mucho (consecuencia de su concepto procedural), que los objetivos se repiten y que el apartado audiovisual no es precisamente sobresaliente. A pesar de que el aspecto de la iluminación está tratado con acierto, echo de menos un mayor detalle en los entornos, que tienden a ser bastante genéricos.
Por lo demás, he encontrado en Deep Rock Galactic un título muy agradable de jugar, que te pone enseguida a los mandos y que ofrece partidas ideales para aquellos que no tengan demasiado tiempo y quieran algo directo, adictivo y que se pueda jugar en compañía. Si crees que entras dentro de las intenciones del videojuego y, por tanto, te interesa lo que propone, merece mucho la pena que le des una oportunidad.
Deep Rock Galactic es un shooter cooperativo con fuerte énfasis en la minería que combina elementos jugables que en sí no son nada originales, pero que combinados dan lugar a una experiencia única y refrescante. Además es bastante sólida, con rejugabilidad a raudales, un divertido cooperativo online y por tanto muchas horas de juego. Le falta un mejor acabado visual y mayor variedad en su propuesta, pero es una de esas experiencias que a poco que te llamen la atención deberías al menos probar.
Mecánicas adictivas de minería y un apartado shooter solvente.
Buena ambientación y sensación de soledad en cuevas profundas y peligrosas.
Mucha rejugabilidad, con escenarios procedurales y juego cooperativo online.
Tiene poca variedad en misiones y los objetivos que se proponen.
El apartado gráfico peca de simplón, con una poligonización y texturización regulares.
Duración: 50-60 horas (mínimo)
Jugadores: 1-4 (Cooperativo: Online)
Idioma: Textos en español y voces en inglés
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