El desarrollo español está en plena forma. Los recientes The Game Awards dan buena muestra de ello con galardón incluido para Mercury Steam, pero existen muchos buenos desarrolladores haciendo un trabajo increíble. El mejor ejemplo es el juego que hoy nos atañe, Aeterna Noctis un desafiante metroidvania 2D con un apartado artístico encantador que pone el broche de oro a 2021.
Cuando uno piensa en los grandes juegos que hemos tenido a lo largo estos años salidos directamente de estudios españoles tiene que acordarse de The Red Strings Club, Narita Boy, Blasphemous, Call of the Sea o Metroid Dread entre otros. A esa lista, en la que la excelencia es el factor definitorio, se une Aeterna Noctis, un metroidvania en 2D tremendamente desafiante creado por Aeternum Game Studios. El estudio talaverano ha logrado crear un plataformas complejo y bien elaborado capaz de sorprender al jugador hasta sus últimos momentos de la aventura recogiendo los mejores ingredientes del género para formular una propuesta en la que lo más difícil es despegarse del mando. Fuera de la impresión popular de que estamos ante un clon de Hollow Knight, con el que tiene ciertos paralelismos, Aeterna Noctis demuestra a lo largo de su evolución como juego de plataformas que es mucho más que eso.
A lo largo de este análisis os contaré las virtudes y defectos que tiene el título, pero lo primero que os quiero transmitir es la capacidad que tiene Aeterna Noctis de atraparte y anclarte a la silla con suficiencia, para que las sesiones de juego no acaben nunca a pesar de que su elevadísima dificultad te esté abofeteando una y otra vez. Pero no son bofetadas déspotas, no es la intención del juego hacerte sufrir de manera gratuita, ni se muestra injusto en ningún momento. La experiencia con Aeterna Noctis me ha recordado a la que tuve con Sekiro. En el juego de From Software morí mil y una veces, pero cada una de ellas me hizo más fuerte, más competente, mejor jugador. A mí. No a mi personaje. En esta propuesta amparada en su desarrollo por la iniciativa PS Talents, si bien no es exclusivo de la plataforma de Sony, cada escollo en el camino se ha acabado convirtiendo en un estimulante del que he salido más reforzado y preparado para lo que vendrá después. Esto es algo que valoro muchísimo en un juego y creo que Aeterna Noctis lo tiene.
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Si bien su propuesta principal encaja en el metroidvania clásico en dos dimensiones, el título no necesita tanto del backtracking para avanzar como ocurre en otras experiencias del género. De hecho, el programa va marcando en todo momento hacia dónde debes dirigirte, el reto está principalmente en que la construcción de sus escenarios se basa en coger lo que ya has aprendido e ir agregándolo, creando situaciones dentro del contexto de las plataformas cada vez más complejas. Al igual que otros videojuegos de su clase como Ori, nuestro personaje, el Rey de la Oscuridad, empieza su periplo desposeído de sus poderes, los cuales tendrás que ir recuperando de manera paulatina, a medida que avanzas y superas a sus trabajados y retantes jefes finales irás consiguiendo nuevos movimientos que te harán apto para acceder a nuevas zonas. Doble salto, dash, flechas o teletransporte son algunas de estas habilidades que se van a ir agregando al mapeado de botones del mando y que poco a poco se van a asociando más y mejor para construir auténticos puzles explorables que constituyen el punto más fuerte de Aeterna Noctis.
La clave de Aeterna Noctis reside en que es un juego con un componente plataformero muy exigente. Tienes que ser hábil, medir bien los saltos, apuntar de manera precisa cuando el tiempo se ralentiza y saltar en el momento apropiado antes de que el suelo que pisas se derrumbe bajo tus pies. Sin embargo, a todo esto se le suma que de la mitad de la aventura en adelante no todo es tan evidente como puede parecer, muchas veces tienes que pararte a mirar lo que tienes por delante y elaborar una estrategia previa en tu cabeza de la secuencia de acciones que vas a ejecutar, ¿lo tienes? Adelante. Lo más probable es que las primeras veces mueras, es el momento de preguntarse qué está fallando, qué no estás viendo, qué estás dejando de usar cómo debes. Entonces se produce ese click en tu cabeza, todo se conecta, las ideas se ordenan y lo que parecía imposible un segundo antes se vuelve sencillo. Amigos lectores, esos momentos, ese torrente de ideas que explotan en tu cerebro e impregnan tu sistema nervioso central de dopamina es el regalo que te hace Aeterna Noctis a lo largo de sus 60 horas de juego.
Para lograr sorprender en todo momento, Aeternum Game Studios ha construido una buena cantidad de niveles que aportan ideas muy originales funcionando realmente bien entre sí. Convertir algunas plataformas o enemigos en invisibles, plantear una escalada casi infinita, que recuerda a lo visto en Celeste, hasta el mismísimo espacio asediados por dragones que nos rodean y hostigan a durante la subida o encontrarnos en un escenario más propio del cosmos de ‘El Principito’ en el que el título juega de manera maravillosa con la gravedad y la percepción obligándote a invertir los controles dependiendo de unos pocos grados de angulación son ideas soberbias.
A pesar de la dificultad que muchas de las secciones que Aeterna Noctis contienen, el título no quiere ser frustrante en ningún momento. Es por ello que, con mucha frecuencia, se han establecido puntos de autoguardado y reaparición por lo que no te verás muy penalizado al morir teniendo que recorrer otras secciones que enlentezcan tu progreso. De hecho, Aterna Noctis ha pensado en todo, sus desarrolladores son conscientes de que es una propuesta perfecta para no hitters y speedrunners, así que el juego cuenta con un cronómetro que mide exactamente el tiempo que estamos activos sin contar pausas en el menú o navegación por el inventario.
Si bien el título puede ser acabado sin completar su mapeado al cien por cien, es algo que vas a querer hacer. Principalmente porque los escenarios de Aterna Noctis invitan a ser explorados, existen multitud de recompensas que alcanzar, ya sea en forma de cofres con dinero, gemas y, sobre todo, llaves que nos permiten abrir puertas que dan paso a un desafío plataformero del que obtendremos suculentas mejoras para nuestras habilidades que hagan nuestro periplo más llevadero. Así que sí, explorar Aeterna Noctis al completo no solo es un gusto, sino que también es recomendable.
En los laberintos que forman sus pasillos, túneles subterráneos y castillos también vamos a encontrar algunos personajes que requieran de nuestra atención. Tendremos distintas misiones secundarias a las que atender de mayor o menor interés y habrá otros NPC’s que serán recurrentes de la misma forma que ocurre en juegos del estilo como Hollow Knight, ya que tendremos que comprar el mapa de la zona para poder verla bien, porque sin él, nuestra exploración por las distintas secciones del juego va a ser a ciegas. Aeterna Noctis quiere que lo conozcas en profundidad y que interiorices cada uno de sus rincones, por esto mismo las indicaciones sobre el mapa son muy parcas, limitándose a algunos dibujos que marcan lugares claves, y dejando el resto al jugador a través de marcadores que podrás colocar a tu gusto, pero que tendrás que comprar en alguno de los puntos de venta del juego.
Se nota que en Aeternum Game Studios hay pasión por nuestro medioEs importante pararse a hablar con los distintos habitantes de su mundo, algunos de ellos tienen mucho que decir, otros nos van a invitar a conseguir nuevo equipamiento como otra espada o shurikens y mejoras para nuestro contador de vida. Muchos de ellos van a aportar algún detalle interesante que tiene que ver con la construcción del mundo de Aeterna Noctis. De hecho, no os he comentado nada de la historia del juego hasta este momento y no porque tenga un calado menor como ocurre en muchos títulos de este género, sino porque creo que merece mucho la pena que la descubráis vosotros mismos. La eterna lucha entre la luz y la oscuridad tiene en este título más de un giro que resulta muy interesante habiendo sido capaz de dejarme con el corazón en un puño en muchas ocasiones. Además, se nota que en Aeternum Game Studios hay pasión por nuestro medio y el juego está salpicado de chascarrillos y referencias a otros videojuegos así como algunas películas, animes o libros conocidos popularmente.
El componente de exploración y plataformas es la gran base sobre la que se sustentan las mecánicas de Aeterna Noctis. Sin embargo, el combate contra un total de ciento diez clases de enemigos diferentes también tiene un peso importante dentro del juego. Los enemigos comunes pueblan los escenarios entorpeciendo el paso o planteando situaciones en las que tenemos que lidiar con ellos siendo la ejecución del combate, así como la forma en las que las armas especiales tienen un peso sobre este, el punto en el que Aeterna Noctis no logra el nivel de excelencia alcanzado en sus otros apartados. Los combates acaban siendo algo planos, y los patrones de los distintos enemigos son ligeramente clónicos, no siendo difícil acabar identificando distintas skins para un mismo comportamiento en los distintos escenarios, no obstante, si tenemos en cuenta la enormidad de diseños con los que cuenta el juego, esta es una consecuencia lógica.
Todo esto tiene una salvedad: los jefes finales. Aquí Aeterna Noctis mantiene el nivel de desafío que plantea su exploración, con gigantescos enemigos a lo vieja escuela a los que hay que estudiar para conocer sus patrones, gastar reflejos y hacer uso de una buena cantidad de repeticiones para derrotarlos. A los movimientos propios de cada uno de ellos hay que sumarle el diseño de sus niveles propios, creados especialmente para la ocasión y siendo una parte capital a la hora de plantear una estrategia efectiva.
Aeterna Noctis tiene un sistema de desarrollo para el personaje ramificado en varias secciones. Por un lado tenemos un árbol de habilidades (eminentemente pasivas) que depende directamente de la experiencia que obtengamos en combate. Conforme vamos sumando experiencia iremos consiguiendo nuevos puntos que utilizar en las tres ramas que tiene este árbol, pudiendo decantarnos por aumentar nuestro daño en ataques a melé, a distancia o centrándonos más en la curación y preservación de la salud. De hecho, para curarnos contamos con dos opciones, bien sea usando algunas de las pociones que dejan caer los enemigos o concentrándonos para usar la sangre acumulada como medio sanador.
Nuestro equipo también cuenta con espacios ampliables en los que engarzar distintas gemas que pueden mejorar nuestra estadísticas o darnos nuevas alternativas ofensivas y defensivas. Estas gemas suelen ser un premio a la exploración, constituyendo otra forma de aumentar nuestras capacidades siendo algunas de ellas solo desbloqueables a través del herrero que es capaz de trabajar la materia oscura. Todos estos ingredientes se acaban entremezclando, abriendo varias vías que rompen con la monotonía haciendo que saltar de un lugar a otro del mapa a través de los tronos que dan acceso al viaje rápido acabe siendo muy común durante todo el juego.
Aeterna Noctis tenemos una mecánica muy de Dark Souls como es perder nuestra experienciaCon todo, llegado un punto es complicado seguir obteniendo puntos de habilidad, ya que al estar tan ligados al éxito en combate, y no siendo este el componente más estimulante del juego, puedes acabar evitando el enfrentamiento que no siempre es obligatorio para avanzar, dejando así de sumar experiencia. Todo esto se ve también agravado por el hecho de que en Aeterna Noctis tenemos una mecánica muy de Dark Souls como es perder nuestra experiencia en un punto determinado del mapa y tener que volver a rescatarla, la mayoría de las veces no es un problema, pero existen ocasiones en las que la complejidad de la zona en la que te has dejado el botín es tan alta que puedes preferir recuperarla por medio de algunos atajos no exentos de un coste con los que cuenta el juego.
Aeterna Noctis muestra un estilo artístico sobresaliente que consigue ir ganándose una personalidad propia a lo largo de la aventura. Haciendo gala de unos diseños dibujados a mano tanto para las unidades como para sus espectaculares escenarios capaces de conquistarte desde los primeros minutos dejando estampas preciosas a cada pocos pasos. Me ha gustado mucho que, dentro de toda esa belleza y colorido de los que hace gala el juego, exista cierta simpleza en sus líneas, algo que transmite con sencillez lo que pretende en cada momento. Además, trabaja mucho la distancia de la cámara, fija en todo momento en el plano lateral, pero que no duda en alejarse o acercarse para transmitir la enormidad de un escenario o la importancia de una escena. Este estilo le sigue en cinemáticas y escenas puramente enfocadas en lo narrativo, que si bien no son demasiadas a lo largo del juego, sí que cuentan también con una gran factura visual.
Aeterna Noctis muestra un estilo artístico sobresalienteEn el plano sonoro, el programa ha contado con la composición de 43 temas distintos que mezclan a la perfección distintos estilos e instrumentos musicales a lo largo de sus 16 niveles. Además, el título llega traducido al castellano y cuenta con una idioma inventado por los propios autores del juego para todas las líneas de diálogo, una buena muestra del amor del estudio por los mundos de fantasía como Aeterna, algo que recuerda al trabajo de Tolkien para crear idiomas rúnicos o élficos. No es mi intención comparar una obra con otra, pero sí poner en valor el cariño que este estudio ha tenido por su desarrollo. Además, existen algunas sorpresas musicales que prefiero no desvelaros, pero que seguro que os animarán a rebuscar en cada rincón del mapa.
Con todo lo explicado en este análisis te haces una buena idea de lo que es Aeterna Noctis, un metroidvania 2D exigente, tremendamente imaginativo en todos y cada uno de sus niveles y mecánicas de exploración al que quizás le falte un poco más de pegada en el apartado del combate. No obstante, se trata de una obra preciosa, con un apartado artístico y sonoro que seducen desde los primeros minutos. Un juego que consigue sorprender desde su comienzo hasta su mismísimo final. Aeterna Noctis es el cierre perfecto para 2021, un título imprescindible para los amantes del género.
Aeterna Noctis es un metroidvania en 2D obra del equipo español Aeterna Game Studio.
Cuenta con un diseño de niveles soberbio que no deja de sorprender, añadiendo nuevas y más exigentes mecánicas.
Se trata de un juego con una dificultad elevada, con secciones de puzles y exploración complejas.
Si bien los jefes finales están a un gran nivel de diseño, el apartado de combate contra unidades normales puede resultar algo básico.
Sus apartados artístico y sonoro son excelentes, consiguiendo dar al juego una personalidad única.
Duración: 60 horas
Jugadores: 1 (Competitivo: No / Cooperativo: No)
Idioma: Textos en castellano y voces en idioma inventado
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