Siguiendo con las penalizaciones impuestas por distintas distribuidoras de videojuegos y organizadoras de eventos de esports, ESL prohibió la participación en sus competencias de organizaciones rusas que “tengan aparentes vínculos con el gobierno ruso, incluidos individuos u organizaciones bajo presuntas o confirmadas sanciones de la Unión Europea relacionadas con el conflicto, no podrán estar representadas”. La nueva norma aplica para los casos concretos de Virtus.pro y Gambit Esports, los dos equipos más fuertes de CS:GO con base en Rusia.
En el caso particular de ESL, la organizadora permitirá que los jugadores de ambas organizaciones participen de sus eventos bajo la condición excluyente de que no representen a su organización, a su país, ni los patrocinadores de sus respectivos equipos.
“Son bienvenidos a competir bajo un nombre neutral”, explicaron. Este accionar coincide con la propuesta que le hicieron los organizadores del evento LAN de Dota, GAMERS GALAXY, a los jugadores de Virtus.pro, quienes en última instancia dieron un paso al costado y fueron descalificados del evento de Dubai.
Our statement on Ukraine.
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En este contexto, los eventos de esports de la región CIS se vieron interrumpidos y postergados indefinidamente ante la situación de conflicto entre Rusia y Ucrania. Con casos de jugadores que se ven obligados a pausar a mitad de sus encuentros ante el sonido de las alarmas de emergencia donde viven, la guerra interrumpió el desarrollo regular de todos los ámbitos de la sociedad.
A su vez existen inconsistencias de parte de determinadas compañías como ESL y BLAST que no representan un caso exento: a pesar de apoyar al cese del conflicto armado al oponerse al gobierno ruso, despierta curiosidad que no haya habido una toma de postura tan firme como esta ante conflictos o situaciones extremas en otros países y afiliaciones comerciales.
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