Los eSports en el país se han venido consumiendo desde hace mas de una decada. Siempre quisimos imitarlo desde el amateurismo y con una ligera mueca, tratar de emular el ambiente de otros países donde la actividad ya está totalmente asentada y es autosustentable. Desde mi punto de vista, 2019 fue un año donde los deportes electrónicos se visibilizaron más que en otros años en nuestro país. De golpe, medios como ESPN hace un reality de League of Legends.

O sea. UN REALITY. DE LOL. Un Reality de LOL. Asi como se lee. Y en noticias aún mas serias y de las cuales si enorgullecerse, un borrego de 13 años, Thiago «King» Lapp, se lleva un palo verde por ser el top 5 en el mundial de Fortnite y uno se cuestiona: Me imagino que los medios van a empezar a darse cuenta de que los deportes tradicionales y los electrónicos traen públicos distintos y deberíamos de cubrirlos para acaparar una mayor audiencia y beneficiarnos mutuamente, ellos con la difusión de la actividad y nosotros del rating. ¿NO?.

Bueno, no. Se la pasaron más hablando de «como un pibito de 13 gana lo que vos quizás ganarias en 10 años de tu vida» o «Cuanto le va a sacar la AFIP a un nene de 13 años por los impuestos de esa guita al traerla a casa». Muy pocos se cuestionaron el porque ganarse un dinero de un torneo fuera de país en lo que se refiere a eSports puede ser considerado como «Juegos de Azar», como si fueras al casino. O sea, entrenás muchas horas al día y te quemás la retina para que la gente diga que te ganaste plata como en el casino. ¡¡Fantastico!!.

El país no está listo para los eSports porque somos un pais farandulero donde creemos que si no es futbol, no vale la pena. Donde se subestima al «pibito que juega jueguitos» hasta que gana un palo verde y sale en la tele. Y no es por la falta de talento, de hecho, Argentina es uno de los paises donde más noción hay en videojuegos y donde muchísimos atletas podrían ser exponentes increibles, pero el entorno los minimiza y muchos por diferentes factores terminan bajándose y volviendo a una realidad de antaño donde prefieren ver a Tinelli y a Rial hablando incoherencias en televisión en vez de ver como florece una nueva generación de atletas que pueden resaltar y superar sus obstáculos para darnos una mayor exposición como país.

Pero no pierdo la fe. Soy partidario de que el tiempo pone todo en su lugar, y los eSports se merecen uno grande en la sociedad argentina.