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Aunque muchos usuarios prefieren setups discretos, funcionales pero sin estridencias, lo cierto es que el RGB hace mucho que llegó para quedarse. Y puede gustarnos más o menos, pero eso es un hecho. Estamos acostumbrados a ver cómo los setups que más triunfan en las redes y las plataformas de entretenimiento son aquellos cargados con decenas de luces de colores, entre los que encontramos algunos realmente interesantes.
Tanto es así, que la industria del hardware gaming hace ya mucho que comenzó a introducir retroiluminación RGB en prácticamente todo lo relacionado con el mundo de los videojuegos: desde periféricos a equipos gaming, pasando por decoración, mobiliario y todo tipo de añadidos que puedan tener cabida en un setup de videojuegos.
Si no queremos luces en nuestro setup, puede que lo tengamos complicado para encontrar componentes sin luces (aunque en cualquier caso, basta con apagarlas si no las queremos). Pero si nos gusta tener un auténtico festival de luces de colores a nuestro alrededor mientras jugamos, a nuestro alcance existe un amplio abanico de dispositivos con los que cubrir nuestras necesidades.
Y entre todos los miembros de un setup que se pueden iluminar de mil formas el que más posibilidades permite, además probablemente ser el más importante de todos, sin duda es el PC de sobremesa. La moda del RGB aún no ha llegado a las consolas al nivel de su presencia en el terreno del PC gaming. Pero si somos usuarios de ordenador y queremos RGB, se nos abre todo un mundo de posibilidades.
Así, y tanto si queremos renovar algún componente de nuestro actual equipo por uno más reciente como si estamos pensando crearnos un PC gaming desde cero, a continuación repasaremos algunos componentes ideales para funcionar conjuntamente en videojuegos. Y que aunque son suficientemente potentes como para ofrecernos una buena experiencia de juego, destacan principalmente por contar con mucho RGB.
Todo PC gaming que se precie ha de contar con una tarjeta gráfica solvente. Al fin y al cabo, es el componente más importante de todos cuando hablamos de jugar. Y que podamos jugar con mejor o peor calidad gráfica, a más o menos fotogramas por segundo, pasa directamente por la elección de GPU que hagamos para nuestro PC.
De sobra sabemos que estos momentos no son los idóneos para crear un PC gaming por piezas. O, al menos, no para adquirir una nueva tarjeta gráfica; los problemas de sobreprecios, abastecimiento y stock que llevan azotando el mercado más de un año no tienen pinta de tener fin a corto plazo, de modo que si queremos sí o sí una GPU sin esperar a que las aguas vuelvan a su cauce tendremos que pasar por el aro de pagar un sobreprecio considerable.
Muchos usuarios no se plantean pagar el a menudo enorme sobrecoste en ciertos modelos de gráficas, y están en todo su derecho. Pero también lo están aquellos a quienes no les importe pagar incluso el doble o más del precio recomendado para unas tarjetas gráficas como son las actuales que, dicho sea de paso, ofrecen una potencia fuera de toda duda. De modo que si estamos dispuestos a hacer frente a ese gasto extra podemos llevarnos a casa modelos de lo más interesantes que nos ofrecerán una experiencia de juego muy buena.
Gigabyte AORUS GeForce RTX 3080 MASTER 10G 3.0 10GB GDDR6X
Dicho esto, y con el objetivo de que cuente con el mayor número de luces RGB posible (aunque sin sacrificar rendimiento), la RTX 3080 Master 10G 3.0 de Gigabyte AORUS es de los mejores modelos del mercado. Porque trae RGB suficiente como para saciar a los usuarios más exigentes. Pero además ofrece una potencia con la que podemos jugar a lo que queramos actualmente y en el futuro, a 1080p, a 1440p e incluso a 4K con una alta calidad gráfica.
Esta GPU tiene un precio de, ojo, 1.699,90 euros. Los cuales, como decimos, se antojan excesivos para muchos jugadores. Pero que para otros puede resultar una más que buena opción de compra, según están las cosas. En lo que respecta a su apartado estético, esta tarjeta gráfica incorpora una pequeña pantalla que podemos configurar a nuestro gusto con imágenes, gifs, colores e incluso con la temperatura de la propia GPU. Pero además, a lo largo de todo su cuerpo hay un montón de luces RGB que también podemos establecer a nuestro gusto con los varios modos de iluminación que ofrece Gigabyte mediante el software asociado.
Otro componente fundamental cuando hablamos de un PC gaming es el procesador. No suele recibir tanta carga de trabajo como la tarjeta gráfica y no afecta a la calidad visual de las texturas de los videojuegos, pero sí que tiene un impacto directo en la cantidad de fotogramas por segundo que podemos alcanzar. Sobre todo, cuanto menor sea la resolución.
A diferencia de lo que ocurre con gráficas de última generación, en el sector de los procesadores gaming no existen los mismos problemas de abastecimiento, stock y sobreprecios. De modo que podemos acceder a modelos súper recientes con los que jugar sin problemas durante años, y con un rendimiento fuera de toda duda.
Centrándonos en el RGB, no obstante, el procesador no es un componente que luzca demasiado ya que siempre está oculto bajo su disipador. Sin embargo, este último sí que puede iluminarse de mil formas, casando a las mil maravillas con el resto del hardware del equipo.
AMD Ryzen 7 3800X, Procesador con Disipador de Calor Wraith Prism (32 Mb, 8 Núcleos, Velocidad de 4.5 Ghz, 105 W)
Por ello, una buena elección si vamos buscando una buena retroiluminación RGB y un desempeño con el que jugar cómodamente pasa por el Ryzen 7 3800X de penúltima generación, el cual podemos conseguir por 304 euros. Primero por su buen rendimiento y, segundo, porque incorpora de serie un disipador por aire repleto de RGB que evita que tengamos que comprar alguno extra.
AMD ofrece soluciones de refrigeración realmente interesantes en muchos de sus procesadores, siendo el Wraith Prism el mejor de todos; disipa muy bien el calor de los Ryzen, hasta tal punto de que si no queremos hacer overclock es probable que nos baste con él. Y lo mejor de todo: incorpora doble retroiluminación. Se ilumina con RGB tanto dentro del ventilador, el cual es transparente para facilitar el paso de la luz, como en el anillo que lo rodea. Y además se puede sincronizar perfectamente con las principales placas base del mercado.
El Ryzen 7 3800X, por su parte, es un procesador ideal para gaming. Fabricado en 7 nm, cuenta con 8 núcleos y 16 hilos funcionando a una frecuencia base de 3,9 GHz y es capaz de llegar a 4,5 GHz en forma de turbo. Su TDP máximo es de 105 W y en combinación con una tarjeta gráfica relativamente reciente mueve con soltura todo tipo de juegos.
La memoria RAM es otro componente que da mucho juego en lo que a la personalización del RGB del setup se refiere. Principalmente, debido a que la mayoría de modelos gaming del mercado traen luces RGB. Hasta tal punto que a menudo resulta complicado encontrar unos módulos gaming interesantes sin retroiluminación.
Pero como lo que vamos buscando es un buen desempeño y el mayor número de RGB posible, la memoria RAM nos facilita mucho las cosas con una amplia variedad entre la que elegir. En este sentido, lo más óptimo si vamos buscando la relación calidad precio y con el único objetivo de jugar a videojuegos, 16 GB de RAM a unas velocidades de en torno a los 3.000 MHz es el estándar más extendido a día de hoy. Y una perfecta opción si no queremos gastar demasiado sin sacrificar rendimiento.
Crucial Ballistix BL2K8G36C16U4BL RGB, 3600 MHz, DDR4, DRAM, Memoria Gamer para Ordenadores de sobremesa, 16GB (8GBx2), CL16, Negro
Si a todo esto le sumamos el requisito de un buen puñado de luces RGB, con las Crucial Ballistix BL2K8G36C16U4BL por 79,99 euros acertaremos seguro. Esta pack formado por dos módulos de 8 GB de RAM cada uno hace un total de 16 GB. Y de paso aprovechamos el dual channel que tan bien funciona en procesadores AMD como el Ryzen 7 3800X de más arriba.
Cuentan con una frecuencia de 3.600 MHz, ideal para procesadores AMD. Además de con una latencia CL 16 y un perfil no demasiado alto que hace que no resulten complicados de usar junto a disipadores de CPU grandes. Están disponibles en varios colores, pero en todos los casos destacan por una zona superior surcada de luces RGB que, una vez más, podemos sincronizar con el resto del hardware para que la iluminación vaya en sintonía.
De nada nos sirven todos los componentes anteriores sin uno de los más importantes de todo el setup: la placa base. Y los fans del RGB también pueden ver cubiertas sus necesidades de iluminación mediante la placa base; en el mercado encontramos algunos modelos gaming con luces LED, que si bien no resultan tan llamativas como las de otros periféricos y piezas de hardware, aportan su granito de arena en la iluminación de todo el equipo.
De modo que, ya sea porque queremos hacernos con esta configuración al completo o si necesitamos una placa base con RGB de manera independiente para procesador AMD, la MSI B450 Gaming Pro Carbon MAX WiFi cuenta con una buena relación calidad precio, unas buenas especificaciones… y lo más importante de todo en esta lista: iluminación RGB.
MSI B450 Gaming Pro Carbon MAX WiFi – Placa Base Performance Gaming
Con un precio de 157,61 euros, esta placa base incluye todo lo que podríamos pedirle a un componente como este. Como decimos, es compatible con procesadores de AMD e incorpora: cuatro slots para memoria RAM, conectividad WiFi y Bluetooth, dos puertos M.2 para SSD NVMe, varios SATA, varios PCIe y conexiones traseras de todo tipo, entre las que destacan varios USB tipo A y algún que otro tipo C.
En lo referido a la retroiluminación RGB, esta MSI B450 cuenta con zonas retroiluminadas en la parte superior e inferior derecha. Por lo que en combinación con módulos de RAM y un disipador RGB, podemos conseguir unos efectos súper interesantes. Además de que podemos combinarlos para que cambien sus colores al mismo tiempo.
Por último, en este repaso por componentes que destacan por su iluminación RGB para PC gaming no podíamos olvidarnos de dos de los accesorios y piezas fundamentales de todo setup que más saltan a la vista: la torre de nuestro equipo y los ventiladores que mantienen sus temperaturas a raya.
Hasta hace no mucho la torre del PC no era precisamente agradable a la vista, y por norma general se encontraba bajo la mesa o en zonas donde molestase lo mínimo posible. Hoy en día, con la proliferación de los setups llamativos la cosa ha cambiado bastante, hasta el punto de que queremos que nuestro PC esté bien a la vista y que incluso decore la mesa de juegos.
Corsair 275R Airflow – Cristal Templado Chasis Semi-torre ATX Inteligente Gaming (Paneles Lateral de Cristal Templado, Tres Ventiladores de Refrigeración de 120mm Incluidos), Blanco
Por ello, en el mercado hay una amplia variedad de torres con un importante componente estético. Componente que incluso llega a eclipsar otros aspectos más importantes como son el tamaño, la eficiencia en cuanto a temperaturas o la funcionalidad. Pero aquí no vamos buscando eso, sino que preferimos decantarnos por una caja de PC bonita y que permita exhibir el RGB en todo su esplendor, sí. Pero sin olvidarse de un buen flujo de aire y posibilidades de expansión.
En este sentido, y con el objetivo de hacer que el RGB luzca lo máximo posible (aunque, como decimos, sin pasar por alto la disipación del calor), la Corsair 275R Airflow es uno de los modelos más interesantes del mercado. Por su buena relación calidad precio, sus resistentes materiales de construcción, la elegancia de su diseño, el buen airflow que ofrece y, cómo no, por su rejilla frontal y su cristal lateral que dejan ver el festival de luces de colores que de los componentes.
Por apenas 90,55 euros podemos llevarnos a casa el modelo en color blanco, el cual es súper elegante, y que reúne todo lo que acabamos de comentar. Pero si el blanco no es nuestro color, también tenemos disponible una versión idéntica pero en color negro por apenas un par de euros más.
Corsair LL120 RGB – Ventilador (LED 120 mm, PWM White High Airflow) blanco (CO-9050091-WW)
Esta caja pertenece al sector de las llamadas semi torres, y cuenta con huecos para instalar hasta un máximo de seis ventiladores: tres en el frontal metiendo aire y uno detrás y dos arriba sacándolo. Admite placas base con factor de forma hasta ATX, permite una muy buena gestión del cableado y cuenta con bahías de 2,5 y 3,5 pulgadas en las que instalar un buen puñado de discos duros y unidades de almacenamiento SSD.
Por sí sola no incorpora retroiluminación RGB, pero el panel de metacrilato de su lateral izquierdo permite apreciar perfectamente la iluminación de los diferentes componentes. Y tanto la zona mallada superior como el frontal semi abierto, surcado de rejillas, dejan ver la iluminación RGB de ventiladores como los LL120 RGB, también de Corsair, que con un precio de 20,74 euros por unidad nos ofrecen conectividad PWM, un gran caudal de aire y sus 16 luces LED por cada ventilador completamente configurables y sincronizables con el resto del equipo.
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