Pasando primero por admiración, luego por incertidumbre y ahora como una burla de Internet, Geraldine decidió alejarse de las redes sociales desactivando su cuenta de Twitter. Y es que no podía hacer otra cosa, puesto que los internautas no tardaron en investigarla y darse cuenta de que su nombre no figura en los créditos de la película y que su portafolio de ilustradora cuenta con proyectos que no son de su autoría.
Sin embargo, tras haberse convertido en la burla de Internet y poner en vergüenza a Colombia ante todo el mundo (la noticia ya llegó incluso a los titulares japoneses), hoy Geraldine ha decidido romper el silencio y emitir un comunicado de prensa en donde pidió disculpas por todo lo ocurrido, no sin antes afirmar que “también es en gran parte culpa de los medios que la viralizaron”.
Su comunicado completo escribió:
- Informo a la opinión pública, medios de comunicación, amigos y familiares que nunca existió participación en la ilustración y diseño en la película ‘El niño y la garza’, dirigida por el director Hayao Miyazaki.
- Todo lo sucedido fue producto de un mal ejercicio que reconozco y de lo cual estoy arrepentida, considero que mi afición y admiración por la técnica de ilustración y mi profesión como diseñadora, me animaron a comentar en círculos cerrados mi labor como ilustradora de algunas escenas. Hasta allí reconozco mi error. la prensa digital se comunicó conmigo y a partir de ahí todo se viralizó, situación que superó mis expectativas y me colocó en el ojo del huracán ante los medios de comunicación más importantes del país, influencer, y colegas del medio.
- Reconozco ante la opinión y resto de medios que la situación se me salió de las manos, y para mi fue muy difícil retractarme en esos momentos, logrando así impactar a mis amigos, familiares, colegas, jefes, compañeros de trabajo, entidades, y sociedad en general.
- Hoy, después de una reflexión, asesoramiento y acompañamiento exhaustivo, saco fuerzas en mi interior para dirigirme a ustedes, y decir que la verdad debe salir a la luz, que todos merecen conocerla, ella nos libera y edifica sin importar las consecuencias. Esta experiencia afectaría a cualquier persona, no soy ajena a esta situación, máximo cuando los medios de comunicación considerados el cuarto poder no actuaron con la rigurosidad de verificar las fuentes, y aunado al hecho de que esta ola me tomó por sorpresa, no tuve la madurez necesaria de retractarme y tuve que seguir con la versión de haber participado en dicha cinta.
- Reitero que me siento arrepentida, expreso nuevamente mis disculpas. Agradezco el apoyo de algunos internautas, jefes, amigos, familiares, a la empresa a la cual estoy vinculada, han sido todos apoyo moral y fortaleza en estos momentos, lo cual agradezco mucho.
- Hubiese querido ser viral por algo real, pero hoy amanecimos en nuestro país con varias noticias las cuales son importantes y que afectan la integridad y el diario vivir de los colombianos, ¡pero esto sí que no es viral!
- Pido disculpas, mil disculpas por todo lo ocurrido, de ahora en adelante trabajaré arduamente para que mi talento profesional como diseñadora me preceda, creo que esa es la fórmula a seguir, lejos de las polémicas, con lealtad, con sencillez, humildad, bondad, y amor a mi profesión.
Y claro, su actitud de pedir disculpas pero al mismo tiempo echarle la culpa a otros no pasó desapercibida:
- «Dije mentiras, pero es por culpa de los medios. Igual no es para tanto, hay cosas más importantes, ya supérenlo y cojan oficio».
- «Bueno, sigamos adelante. Esta muchacha necesita ser olvidada y que pueda tener oportunidad de retomar su vida y conseguir trabajo. Este tribunal de inquisición ya fue suficiente».
- «¿Y cómo sabemos que ese comunicado no es también una farsa?».
- «Es verdad que la noticia no debería tener tanta relevancia como lo expone en su carta, pero cuando dice “tuve que seguir con la versión”, me parece que lo correcto sería, “tomé la decisión de seguir”».
- «Ojalá que Studio Ghibli la demande por usurpación de propiedad intelectual y material protegido por derechos de autor».
- «Leo el escrito de una persona que no está arrepentida, culpa a los que la rodean y a los que difundieron la información falsa que ella proporcionó».
- «Las mentiras las contó ella, pero la culpa es del país por hacerla viral. Qué grande, Geraldine, gracias por tanto».
- «Reconocer es un buen comienzo, ojalá que aprenda la lección y pueda trabajar en su crecimiento personal».
- «Tiene criterio y carácter para comenzar una vida como buena política, asumiendo su mentira, pero responsabilizando a los demás, valores esenciales para ejercer».
- «¿Qué tipo de profesional es esta chica? ¿De qué universidad salió? Es una vergüenza nacional, no, mundial».
- «Geraldine reconoció su error y nos evidenció la clase de “periodistas” y medios de comunicación que tenemos en este país, que son igual o peor de mentirosos que ella, quienes redactaron las notas son tan poco profesionales como lo fue Geraldine. ¿La diferencia? Ella se disculpó».
- «Típico de la cultura tramposa colombiana. Si no la descubren no confiesa. ¿Cuánta gente que hace lo mismo y le quitan oportunidades a personas honestas que sí tienen méritos? Y no hay que tener ningún tipo de conmiseración por una tramposa de esas».
Fuente: @vanedelatorre en Twitter