En Japón, mucha gente lee manga de la misma manera que vería la televisión. Los japoneses también ven anime, pero lo ven como algo casual. Del mismo modo que algunas personas ven Netflix y eligen lo que les parece interesante, en Japón ocurre lo mismo. Aunque el anime es popular en Japón, su tierra natal, no a todo el mundo le gusta. Algunos lo consideran inmaduro (como en Occidente) y algo para niños. Sin embargo, incluso a los mismos que lo critican no les importa verlo de vez en cuando.
También hay mucho turismo de anime en Japón. Los extranjeros o gaijin (palabra japonesa para referirse a ellos) van a Japón y gastan tanto dinero en productos de manga y anime que estimulan la economía del país. Así que la industria del anime se ve muy impulsada por el turismo y por los aficionados japoneses. En Japón, las personas a las que les gusta leer manga y ver anime no siempre se consideran otakus debido al estigma que tiene la palabra. La imagen de un otaku es similar a la que los de Occidente tienen de los nerds.
Piensa en un nerd ahora mismo. ¿Qué aspecto crees que tienen? En tu mente probablemente veas a un adolescente con gafas, mucho acné, muy pasado de moda y al que no se le da muy bien socializar con la gente. Probablemente pienses en ellos como alguien que lucha por conseguir novia o hacer amigos. Una persona que es muy inteligente, pero carece de habilidades sociales. Alguien a quien le gusta más la tecnología que conocer a la gente. Esa es la percepción que en Japón tiene sobre los otakus.
La única diferencia es que en Occidente la mayoría de la gente no lee cómics. A menos que sean unos auténticos frikis o nerds, la mayoría de la gente no va a una tienda de cómics. Aunque los videojuegos son populares entre muchos grupos de personas en Occidente, leer cómics y ver caricaturas se considera algo para niños. En Japón, los adultos ven anime y leen manga, pero no se les considera necesariamente otakus.
Los otakus coleccionan muchas figuritas y hacen muchas cosas relacionadas con el anime, como ir a un maid café. Por eso, en Japón, a veces puede ser difícil identificar a un otaku. En Occidente y otros países occidentales, los geeks y los nerds no siempre son transparentes sobre sus aficiones, aunque sea más aceptable (ahora más que nunca).
¿Has ido alguna vez a una convención de anime en cualquier país de Occidente? ¿No es incómodo estar al lado de un fanático del anime con mal olor? Que pasa con los fanáticos del anime en Occidente que no se bañan. Sí, todos conocemos ese meme, pero, ¿nunca te has puesto a pensar que ese meme se originó de alguna forma?
El estigma del “otaku de anime que no se baña” viene precisamente de Japón. Cuando le preguntas a un japonés qué cree que es un otaku, lo primero que piensa es en todas las cosas desagradables como “huelen mal, tienen mucho acné, no saben cómo vestirse, tienden a ser antisociales, no tienen muchos amigos y les gusta el anime y el manga”.
Otro problema con los otakus en Japón es que a veces se les asocia con delincuentes antisociales. Así es, ha habido otakus criminales en Japón que han cometido actos violentos con armas de fuego. No es muy común, pero hay más de un ejemplo que sacudió los titulares japoneses: Tsutomu Miyazaki, un otaku que abusó sexualmente y asesinó a cuatro niñas; Toshio Ito, que mató a su propio padre por criticar sus aficiones otaku; y Shinji Aoba, un otaku que pensó que Kyoto Animation le había robado su obra, incendiando el edificio del estudio y matando a decenas de personas.
Entonces, muchos fanáticos del anime en Japón no parecen necesariamente “fanáticos del anime”. Es probable que sea la persona en el trabajo que parece muy normal, o la persona con la que te sientas al lado en el tren. Puede que incluso tu profesor del colegio lo sea. Muchos otakus realmente no exhiben sus aficiones. A menos que vayas por ahí con una camiseta de anime, la gente no asumirá que eres un otaku.
Y aun con todo esto, en Japón no te tratan diferente si eres un otaku. En realidad, el trato que te dan depende de tu aspecto y de las vibraciones que desprendes. Algunos japoneses dicen que los otakus tienen una mirada triste y quizás odies admitirlo, pero es cierto. Si sabes vestir bien o vistes normal, pero te encanta el anime y el manga, nadie asumirá que eres un otaku.
Incluso en Latinoamérica se genera el mismo efecto. Muchos compran mangas en físico o incluso figuras de anime, pero andan normal en la calle, sin la necesidad de ponerse una camiseta temática de anime o incluso un conjunto completo. Al final, el trato que te dé la sociedad en Japón no depende de tus aficiones, sino de tu apariencia y presentación, como en cualquier lado del mundo.
Redacción Original: AndyArtTV