De la mano Kepler Interactive, un publisher cuyo catálogo de títulos viene creciendo bastante últimamente, el estudio independiente Ironwood Studios con base en Seattle y con poco más de 20 personas, lanzará Pacific Drive el próximo 22 de febrero en PC vía Steam y Epic Games Store, como también para PlayStation 5 como exclusiva de consola (al menos en su lanzamiento).
Antes del debut oficial, tuvimos la oportunidad de probar una demo (que probablemente se haga pública antes del 22 de febrero) que presenta un prólogo/tutorial y dos misiones de la historia, además de otras rutas secundarias (de hasta dos tramos) que podremos explorar libremente una vez concluida esta versión preliminar, que nos da una idea clara sobre qué tipo de experiencia brinda Pacific Drive.
Ambientado en la Zona de Exclusión Olímpica en el noreste del Pacífico de los Estados Unidos, este peculiar título de aventura y conducción en primera persona, cuenta con numerosos elementos de supervivencia y creación de ítems que iremos aprendiendo conforme avance la narrativa de la mano de varios espíritus de personas que permanecen en esta enigmática zona de exclusión (no muy diferente de aquella de STALKER o Chernobylite) con todos los misterios y peligros inherentes que pululan en el área.
Nuestro principal objetivo, en pocas palabras, es encontrar la salida en esta laberíntica y arriesgada zona, de la cual evidentemente nadie ha salido con vida para contar sus secretos. Nuestro principal compañero, a pesar de no contar con una voz, será nuestro humilde auto que tendremos que reparar y actualizar constantemente con mejores materiales a medida que los riesgos ambientales se acrecientan. El gameplay a bordo del coche se siente muy bien (obviamente más arcade que simulador), pudiendo hacer uso del limpiaparabrisas, el freno de mano e incluso habilidades que iremos agregando más adelante.
Las principales piezas del auto son cinco puertas (incluida la trasera), cuatro paneles laterales, cuatro ruedas, el capó, el motor y otros agregados que iremos sumando en el baúl, el asiento trasero o incluso el del acompañante (en el cual equiparemos un módulo con mini mapa a modo de GPS para facilitarnos el recorrido) o incluso un rack en el techo. El auto también se puede personalizar con diferentes colores de pintura e ítems cosméticos, pero lamentablemente hacían falta muchísimos materiales para crear la estación de personalización en el garage (así que no pudimos probarla al margen de que juntamos varios tarros de pintura y otros accesorios varios para el auto).
La preparación en el garaje previo a cada recorrido, es tan importante como la exploración misma, ya que sin acondicionamientos y recaudos necesarios, los planes podrían no terminar según lo previsto. En la demo que probamos solo llegamos hasta poder crear paneles y puertas de acero, además de mejores ruedas, pero hay varios niveles adicionales por encima de estas que por supuesto requieren de materiales cada vez más difíciles de obtener (ya sea reciclando piezas de autos abandonados o entrando en casas rodantes de la organización ADRA que contienen muchos materiales comunes y raros).
En este cuarto seguro al que nos podremos transportar al final de cada misión o recorrido (sin importar si logramos completar el objetivo de manera exitosa o no), podremos investigar una gran cantidad de planos no solo para crear mejores piezas y protecciones adicionales para nuestro amigo de cuatro ruedas, sino también una abundante cantidad de dispositivos y agregados para el refugio cuya máquina principal nos permite desarrollar y evolucionar nuevas tecnologías que nos ayudarán en futuros trayectos que previamente parecían imposibles.
El juego por naturaleza no es ni un roguelite ni un roguelike, pero cada trayecto en parte se siente como un run más para buscar los materiales faltantes o simplemente por el afán de investigar sectores enigmáticos. Dado que al llegar al segundo y último tramo de la ruta trazado (lo permitido menos en la demo) el mapa empieza a cerrarse como sucede en los battle royale, tendremos que priorizar el objetivo o las estructuras, casas rodantes o autos con mejores materiales (que después de un tiempo sabemos cuáles son).
En caso de no poder regresar de la manera que nosotros queríamos, volveremos al garage, pero con el auto bastante estropeado, lo cual nos obligará a hacer uno o dos supply runs para dejar el auto en forma. Si bien algunas piezas se pueden reparar, otras (como las ruedas o puertas) requieren de kits especiales para alinear las ruedas y arreglar las pinchaduras, o fisuras en el caso de las segundas, pudiéndose filtrar radiación y en última instancia hacer que el personaje muera si no tenemos algún kit de primeros auxilios a mano.
Por esa razón es que Pacific Drive es un poco de aventura y supervivencia, un poco de prueba y error, y otro tanto de terror o el temor a lo desconocido. No es cuestión de ir donde queramos sin medir posibles consecuencias, que están claras desde un principio desde que trazamos el recorrido. Si no logramos dilucidar los peligros de algunas áreas (por no prestar atención al panel de advertencias o niveles de radiación), los mismos se harán evidentes a los pocos minutos de haber entrado en ellas, con enemigos y anomalías de diferentes colores.
Gráficamente, más allá de que parece un juego simple, tiene una muy buena ambientación que se luce aún más con los efectos climáticos (y las anomalías propias de la zona de exclusión) en conjunto con muchos de los assets que están muy bien logrados considerando su estilo animado que se acerca un poco al celshading, pero que termina exhibiendo un estilo bastante único e incluso muy inmersivo tanto de día como de noche (en donde nuestra cautela y pavor aumentarán significativamente con cada paso o giro de la rueda). Quedarnos sin los faroles delanteros en medio de una zona oscura y con altos niveles de contaminación, puede ser un tanto desesperante.
Asimismo, la banda sonora original compuesta por Wilbert Roget II (responsable de las OST de Call of Duty: WWII, Mortal Kombat 11 y Mortal Kombat 1, entre otros) hace un excelente trabajo en transmitir una sensación de soledad e individualismo (más allá de los espíritus guías que nos acompañan en la aventura) y agrega un dramatismo dinámico al entrar -y querer salir- de las situaciones más peligrosas, como también al recorrer caminos que aparentemente parece seguros, pero que pueden convertirse en una pesadilla en pocos segundos (más si dejamos el auto lejos y nos percatamos poco después). Por supuesto, las canciones de la radio (que se puede controlar como en cualquier auto) se amoldan a la época en la que está ambientado el juego (1998) y sus paisajes rurales, pero hay melodías más vertiginosas que aparecen dependiendo de las circunstancias en las que nos vemos envueltos.
En cuanto a la optimización, más allá de que es una beta (por así decirlo), no tuve problemas en jugarlo en 4K con detalles al máximo con DLSS en Modo Calidad (o Ultra Calidad) con una RTX 4070 (o RTX 3080). Las opciones gráficas son numerosas, incluyendo varias opciones de calidad (Bajo, Medio, Alto, Épico) en texturas, distancia de dibujado, efectos y sombras, entre otros, además de siete opciones de calidad para diferentes assets o efectos mostrados en todos los espejos retrovisores, incluyendo escala de resolución, sombras distantes, renderizado del pasto y la niebla, y algunas de las mencionadas en las opciones más básicas del juego.
Vale la pena remarcar que hay un slider de FOV (Campo de Visión) tanto para cuando estamos a pie y para cuando estamos al volante (se pueden configurar individualmente), ideal para quienes juegan en pantallas ultrawide o incluso widescreen. Los usuarios de la Steam Deck lamentablemente tendrán que esperar un poco más, ya que el estudio no promete que esté verificado para la consola portátil de Valve en su lanzamiento (quizás con Lossless Scaling se pueda jugar a 60 FPS sin problemas). El HUD sin dudas puede mejorar ya que por momento se siente un tanto atiborrado, pero nada que una opción de escala de HUD/UI no puedan solucionar.
En pocas palabras, Pacific Drive es un juego que, si bien puede parecer familiar en papel, la experiencia que ofrece es sumamente original y no tengo dudas de que se convertirá en uno de los indies favoritos de este año. Si les gustan los juegos de aventura y supervivencia y buscan la experiencia de survival tradicional pero, con una ambientación al estilo Stalker, Pacific Drive es una apuesta segura que promete dar decenas de horas de juego con un compañero de cuatro ruedas del cual no nos podremos separar una vez que empiece a cobrar vida. La demo apenas nos dio un vistazo de lo que podremos hacer en nuestra -tecnológicamente avanzada- guarida, pero definitivamente me tiene intrigado saber cómo cada dispositivo y actualización (tanto para el garage como para el auto) afectarán el recorrido hacia el resto de esta enigmática Zona de Exclusión Olímpica.