En 2019, Obsidian Entertainment lanzó The Outer Worlds, un RPG al estilo de los últimos Fallout, ambientado en el espacio y con la libertad de elección como uno de sus pilares fundamentales. Seis años después llega su continuación, The Outer Worlds 2, que mantiene la esencia del original, pero introduce cambios importantes: una historia más madura y menos extravagante, aunque conserva el característico humor que definió a la primera entrega. Si bien el núcleo jugable sigue siendo el mismo, las mejoras y ajustes implementados hacen que esta secuela se sienta como una evolución natural y completamente justificada de la saga.
Algo que me llamó la atención es que la historia no es una continuación directa de The Outer Worlds. El juego está ambientado en el mismo universo, pero no en el mismo sistema estelar, algo similar a lo que ocurre entre Fallout 3 y Fallout: New Vegas: comparten universo, pero se desarrollan en lugares distintos. Menciono esto porque, en mi caso, quería saber si todo lo que había hecho en el primer juego tendría algún sentido o repercusión.
En The Outer Worlds 2, la historia se desarrolla en el sistema Arcadia, donde se originó la tecnología de los viajes estelares. Este sistema atraviesa una situación crítica, al borde de una guerra entre el Protectorado, un gobierno totalitario que monopoliza los viajes espaciales, y Auntie’s Choice, una megacorporación nacida de la fusión agresiva entre Auntie Cleo’s y Spacer’s Choice. Aunque existen más facciones en el juego, estas dos son las que tienen mayor peso en la trama. Al comenzar el juego, podremos crear nuestro personaje eligiendo su origen, ventajas y desventajas.
La primera misión funciona como introducción a la historia y las mecánicas; sin entrar en spoilers, todo sale mal, lo que lleva a nuestro protagonista a quedar en estado criogénico por unos diez años. Al despertar, un compañero nos rescata y nos pone al tanto de los eventos ocurridos durante nuestra ausencia, momento en el que retomamos nuestro papel como agente de la Tierra para enfrentar los conflictos que amenazan al sistema Arcadia.
Como mencioné anteriormente, The Outer Worlds 2 presenta una historia más madura que la primera entrega, y eso se nota especialmente en sus personajes. Los compañeros que acompañan al protagonista durante la aventura son un gran ejemplo de esto. Cada uno pertenece a una facción diferente, lo que genera interacciones interesantes entre ellos, ya que algunos pueden llevarse bien o mal según sus ideologías. Además, cada compañero tiene su propia historia y trasfondo, lo que motiva a completar sus misiones no solo por las recompensas, sino también por el desarrollo de sus personajes y el vínculo que construyen con el jugador.
La historia principal tiene una duración aproximada de unas veinte horas, aunque si decidimos completar las misiones secundarias y explorar todos los planetas, la experiencia puede extenderse hasta unas cuarenta horas. Cada planeta de The Outer Worlds 2 tiene una temática distinta y, a diferencia del primer juego, ahora son entre dos y tres veces más grandes, ofreciendo una enorme cantidad de lugares por descubrir. Para facilitar la exploración, se incluyen puntos de viaje rápido que se desbloquean al visitar nuevas zonas.
Otro aspecto destacable de The Outer Worlds 2 es la dificultad. Desde el inicio podemos elegir entre fácil, normal, difícil o muy difícil, y esta vez el equilibrio está mucho mejor trabajado. Ya no es posible volverse extremadamente poderoso desde el principio, lo que mantiene el desafío constante y hace que la experiencia sea mucho más satisfactoria de principio a fin.
Para cerrar el tema de la historia, personalmente me gustó más The Outer Worlds 2, y la razón es simple: la trama es más profunda, está mejor desarrollada y todos los personajes resultan interesantes, aportando algo significativo al conjunto. Si bien no es la mejor historia espacial que existe, logró mantenerme completamente atrapado de principio a fin.
Ahora, entrando en el terreno del gameplay, debemos comenzar por nuestro personaje. Al ser un RPG, a medida que avancemos iremos subiendo de nivel. Cada nivel nos otorga un aumento en la vida máxima, dos puntos de aptitudes para distribuir y, cada dos niveles, un punto adicional para asignar una ventaja. Las aptitudes representan las competencias de nuestro personaje; entre ellas podemos encontrar armas de fuego, cerrajería, persuasión, hackeo o liderazgo.
Todas las aptitudes tienen dos funciones: una aplicable en el mundo y otra en las conversaciones. Por ejemplo, hackeo nos permite acceder ilegalmente a sistemas informáticos, mientras que durante los diálogos puede habilitar opciones especiales para dirigir la conversación hacia un determinado rumbo. El juego además nos avisa si contamos con el nivel suficiente para utilizar una habilidad tanto en una conversación como en una computadora.
Cada aptitud de The Outer Worlds 2 cumple un papel importante, y más de una vez me arrepentí de no haber mejorado alguna para resolver una situación de una forma específica. Lo interesante es que todos los problemas tienen múltiples soluciones, lo que aumenta notablemente la rejugabilidad y deja la incógnita de cómo habría cambiado la experiencia con otro conjunto de habilidades.
Por otro lado, las ventajas son habilidades pasivas vinculadas a las aptitudes. Por ejemplo, existe una ventaja que permite causar más daño en modo sigilo y a enemigos a larga distancia, aunque reduce el daño a corta distancia. Para desbloquearla, es necesario invertir varios puntos en armas de fuego y observación. En conjunto, las aptitudes y las ventajas nos permiten definir qué tipo de personaje queremos construir y cómo afrontaremos cada desafío dentro del juego.
También existe otro tipo de habilidad pasiva llamada defectos. Estos aparecen de forma aleatoria durante nuestra aventura, generalmente cuando realizamos una acción de manera constante o prolongada, como por ejemplo permanecer mucho tiempo agachado. Los defectos tienen un aspecto positivo y otro negativo. Lo bueno de The Outer Worlds 2 es que no estamos obligados a aceptarlos, pero si decidimos hacerlo, no habrá forma de eliminarlos más adelante. Por el otro lado, si los rechazamos, no podremos volver a obtenerlos.
Como en todo juego de este estilo, no siempre podremos resolver las situaciones mediante el diálogo, y en esos casos tendremos que recurrir a medidas más… permanentes. Aquí es donde entra en juego el combate y la verdad es que me encantó el gunplay de The Outer Worlds 2. Se siente bien, está equilibrado y no hay armas desbalanceadas como en la primera entrega, donde al conseguir las armas de plasma el juego se volvía demasiado fácil, incluso en la dificultad más alta.
Podremos usar tanto armas cuerpo a cuerpo como de largo alcance. Todas cuentan con ranuras para modificaciones, que generalmente podremos fabricar si tenemos los planos correspondientes. Las armas se obtienen explorando, saqueando enemigos o comprándolas a vendedores. A medida que avancemos, desbloquearemos nuevas armas y tipos de armamento, ampliando considerablemente nuestro arsenal.
La gran mayoría de los encuentros pueden resolverse de manera sigilosa utilizando armas con silenciador y una de las ventajas de moverse agachado en The Outer Worlds 2 es que podemos ver el daño potencial que infligiremos al enemigo, lo que facilita planificar si podremos eliminarlo con un solo disparo o si será necesario realizar varios.
Para sorpresa de nadie, y como ya se está volviendo costumbre en los últimos lanzamientos, The Outer Worlds 2 utiliza Unreal Engine 5. Antes de que piensen “otro juego mal optimizado”, déjenme contarles mi experiencia. Utilicé un i7 12700, 32 GB de RAM y una RTX 3080 de 10 GB. En general, la experiencia fue aceptable. Con todas las opciones gráficas al máximo, el juego funcionaba bien, aunque en los escenarios de mundo abierto el rendimiento oscilaba entre 40 y 60 FPS, incluso con DLSS en calidad. Ajustando las sombras a nivel medio logré mantener los 60 FPS estables.
Sin embargo, al utilizar el mod de Nukem para activar el Frame Generation de AMD (FSR) en placas inferiores a la serie 40 de Nvidia, el rendimiento mejoró notablemente, alcanzando los 120 FPS sin contratiempos. Algo curioso de The Outer Worlds 2 fue que, al usar el mod, en las opciones gráficas aparecía la descripción del Frame Generation tanto de Nvidia como de Intel (XeSS), pero sin el mod esa opción no estaba disponible.
Puede tratarse de una función deshabilitada o de un error en esta versión preliminar. En cuanto al rendimiento general de The Outer Worlds 2, una vez aplicado el mod el juego corría de forma impecable, aunque presentaba algo de stuttering al ingresar por primera vez a los planetas o en ciertas áreas, nada lo suficientemente molesto como para arruinar la experiencia.
Por otro lado, con un Ryzen 7 9800X3D y una RTX 5070 Ti en 4K con detalles al máximo y ray tracing activado, mi compañero tuvo que usar DLSS en Quality y Frame Generation en 2X para obtener 75-80 FPS en la mayoría de las áreas, pero, dado que la visual del juego es bastante inconsistente (algunas partes se ven muy bien, dignas de UE5, y otras no tanto), el rendimiento es igual de irregular. Por este motivo, si tienen una RTX 50, es recomendable usar MFG en 3X para asegurarse de tener más de 70-80 FPS en todas las áreas y no únicamente en la de menor carga gráfica.
Como ocurre con otros títulos desarrollados en Unreal Engine 5, el juego debe compilar shaders, proceso que puede demorar un poco. En cuanto a las opciones gráficas, encontramos las habituales: texturas, efectos, sombras e iluminación. También hay una opción de ray tracing, y aunque es bastante básica, al activarla se nota una caída considerable en los FPS, pero el cambio visual que aporta es evidente y recomendable si lo pueden compensar con el reescalado y/o Frame Generation.
El apartado sonoro de The Outer Worlds 2 fue, sin dudas, lo que menos me sorprendió. No hay ningún tema musical que realmente llame la atención y, para colmo, se reutilizan varias piezas del primer juego. Sin embargo, los efectos de sonido sí están mejor trabajados, especialmente durante la exploración, los combates y las conversaciones. En cuanto a estas últimas, no hay ninguna que se destaque de forma especial, ya sea por su carga dramática o por su humor; en general, el voice acting cumple, pero sin ofrecer momentos realmente memorables.
Se nota el trabajo que realizó Obsidian Entertainment con The Outer Worlds 2, ya que muchas de las quejas que tenía sobre la primera entrega fueron solucionadas en esta continuación. Sin embargo, no diría que elevaron demasiado la vara, sino que pulieron la fórmula existente y la hicieron más atractiva visualmente.
The Outer Worlds 2 me gustó más que su primera entrega y agradezco que los escenarios ya no sean tan coloridos, pero me queda un sabor agridulce al pensar que la IP tiene mucho más potencial. Esa sensación se intensifica considerando los seis años de diferencia entre la primera entrega y esta secuela. Ojalá los futuros DLC logren aportar ideas frescas que no pudieron incluir en el juego base.
Este review de PC de The Outer Worlds 2 fue realizado con un código de prensa proporcionado por Xbox Studios/Obsidian Entertainment
Historia80%
Gameplay85%
Gráficos80%
Música y Sonidos70%
Optimización80%
Precio80%
Lo bueno:
- Historia mas madura sin perder el humor.
- Gameplay divertido con mucha rejugabilidad.
- Las distintas formas que tenemos para resolver los problemas que se nos presentan.
Lo malo:
- El rendimiento podría ser mejor. No se puede activar Frame Generation de AMD para las RTX 20 o 30, de modo que tendrán que recurrir a un mod.
- No hay música que sobresalga.
- Muy poca innovación con respecto a la entrega anterior.
80%Nota Final









