Hay pelis que están pensadas con un público general en mente (como las de super héroes) y hay otras que son para un público bien específico y Zero Carisma claramente es de ese último tipo.
Se la podría analizar de dos formas: verla como una peli de medio pelo que se aprovecha del estereotipo de nerd para hacer humor pavote o verla como una peli inteligente hecha por y para nerds. Sea cual sea su interpretación, ninguna de las dos está equivocada.
Zero Carisma es la historia de Scott, un rolero, que anda por los 30 y pico (casi cuarenta), todavía vive con uno de sus familiares (concretamente la “nona”) y se junta religiosamente con sus amigos, para jugar un rpg de mesa diseñado por él mismo. Un día, uno de sus amigos decide abandonar permanentemente las sesiones de rol para salvar su matrimonio (que se venía a pique por pasar más tiempo jugando que con su esposa) y Scott se ve obligado a buscar un reemplazo. De pura casualidad llega a reclutar un ex rolero más joven, llamado Miles, quién no tarda en hacerse amigo de los amigos de Scott. De ahi se suceden una serie de eventos que terminan por enemistar a Scott y a Miles a tal punto que se vuelven enemigos oficiales.

Scott y Miles son dos personajes muy interesantes por ser exactamente opuestos. Por un lado tenemos a Scott: el estereotipo de nerd gordo, pasado de los 30, quien además vive con la abuela, tiene un trabajo mediocre y su único interés en la vida es su propio juego de rol pero se toma su juego demasiado enserio y eso le provoca chispasos con todo el mundo. Y del lado opuesto está Miles: un jóven muy carismático y simpático que se toma el juego de Scott más a la ligera y tratar a los demás de igual a igual.

Pero lejos mi parte favorita es cuando empieza a sonar una música ominosa (al estilo El Señor de los Anillos) durante los diálogos referidos al juego porque por unos segundos uno se siente compenetrado con lo que juegan.
Lo último que puedo decir a favor de la peli es que me gustó la mirada crítica que tiene sobre los juegos contemporáneos.

Lo flojo es que el conflicto de la trama escala demasiado rápido y concluye igual de abrupto. No hay una escalada progresiva en el conflicto entre Scott y Miles y la forma en que se “resuelve” es muy insatisfactoria.
También me hubiera gustado que haya un poco más de desarrollo sobre el background familiar de Scott, ya que si bien hay una ligera justificación de su forma de ser, no es suficiente para llegar a entenderlo del todo.

En resumen, Zero Carisma es una peli medianamente entretenida, ideal para los amantes de los viejos juegos de rol de mesa y los geeks en general pero que desaprovecha todo lo que arma por terminar rápido.