Para aquellos que han jugado y vienen siguiendo de cerca toda la serie, Like a Dragon (o Yakuza) no necesita introducción. Sin embargo, si bien Pirate Yakuza in Hawaii se trata de un spin-off que retiene mucho contenido y personajes de los anteriores títulos, se puede disfrutar como una experiencia individual sin importar el trasfondo del protagonista del juego en cuestión, Goro Majima.
A pesar de que Goro comienza siendo un antagonista en la primera entrega de la saga principal, luego se convierte en un personaje ambiguo, querido por muchos y odiado por otros tantos, se convierte en una especie de antihéroe y es así como logra obtener obtener un inusual rol protagónico en Pirate Yakuza in Hawaii como capitán de su barco, el Goromaru.
Pero antes de convertirse en un carismático capitán, quien parece haber nacido para ser un pirata caribeño, Majima sufre un accidente y un niño llamado Noah encuentra al excéntrico Yakuza sin memoria sobre lo sucedido. Sin dinero, estatus ni mucho más que su astucia para salir de la isla, Majima se las ingeniará (como hace siempre) para conseguir un barco y una tripulación y zarpar en búsqueda de tesoros de leyenda, pero no sin obstáculos de por medio.
Contrario a las dos previas entregas principales (Yakuza: Like a Dragon y Like a Dragon: Infinite Wealth), Pirate Yakuza in Hawaii no presenta un sistema de combate por turnos, sino uno en tiempo real lleno con mucha acción y movimientos rápidos, reminiscente de los beat ‘em up 3D de SEGA (algunos de los cuales, como Spike Out, están incluidos fuera del juego).
Por un lado, tiene la velocidad y fluidez de juegos como Marvel’s Spider-Man, pero con una cantidad de enemigos que por momentos es mucho más amplia. En algunos casos serán 3 o 4 enemigos acompañados o no de algún mini jefe o jefe (también hay criminales a modo de recompensa como en el Cyberpunk 2077, que es cómo más plata se obtiene), pero al abordar otros barcos serán 15 o 20, y en algunas quests secundarias serán unos 100, como si fuera un musou pero a menor escala.
El principal problema del sistema de combate, si es el combate en sí, sino que la variedad de enemigos es muy pobre y los modos de combate de Majima son tan solo dos (el clásico y otro con dos espadas), contrario a las recientes entregas de la saga ya mencionadas en donde hay más estilos de combate, debido a la naturaleza JRPG con clases o trabajos. Si bien hay muchos golpes para desbloquear y se pueden obtener otros movimientos Súper al avanzar en la historia, realmente no se siente como que Goro tenga un progreso significativo.
Esto también se transporta a las batallas navales, ya sea en las aguas del caribe o en el coliseo (una especie de arena para barcos piratas), en donde los enfrentamientos duran un minuto o menos y la tensión es apenas palpable, contrario a las gloriosas batallas navales de Assassin’s Creed Black Flag, en donde se requería un enfoque más estratégico y cuidadoso, sobre todo contra los barcos legendarios.
El barco se puede personalizar con varios ítems cosméticos como también con diferentes armas incluido por supuesto cañones comunes, como también otros más exóticos como cañones de energía o con láseres. También hay ametralladoras (para disparar de frente) y lanzallamas para enfrentamientos más cercanos. Goro por su lado, puede dejar momentáneamente el timón para equiparse un lanzador de misiles, que puede ser muy conveniente es algunas situaciones.
Si bien está claro que el enfoque tanto de Pirate Yakuza in Hawaii como de otros juegos de la saga yace en los bizarro o lo poco convencional, aquí nos encontraremos con algunas misiones secundarias y/o mini juegos divertidos, todos ellos ya presentes en previas iteraciones. Entre ellos el Dragon Kart Racing (el nombre habla por sí solo), Crazy Eats (que es básicamente Crazy Taxi pero con una bicicleta) junto con muchos otros reciclados (como el de béisbol, dardos, karaoke, shogi, póker, etc.).
Pirate Yakuza in Hawaii presenta tres islas muy pequeñas, siendo Honolulu la cuarta y más grande del juego, que es exactamente el mismo mapa de Like A Dragon: Infinite Wealth y esto decepciona bastante o deja mucho que desear en cuanto a originalidad. Incluso hay muchos NPCs como aquel que nos da el segway o Kuroki, el fotógrafo degenerado, entre otros tantos que vuelven a aparecer y darnos el mismo tipo de misión, de modo que no solo el mapa principal y sus assets se han reciclado, sino también muchos personajes y misiones secundarias.
Otro punto negativo para quienes están acostumbrados a la saga, es que la duración de Pirate Yakuza in Hawaii es sumamente corta en comparación. La historia principal nos durará unas 15 horas de juego (con muchísimas cinemáticas de por medio, como es costumbre en la serie) dividida en 5 capítulos, mientras que Infinite Wealth dura entre 50 y 60 horas (también solo para la porción principal) a lo largo de 14 capítulos, no muy diferente de las 45 horas y 15 capítulos de Yakuza: Like a Dragon.
La duración no sería un problema si el juego fuese barato, pero Pirate Yakuza in Hawaii cuesta US$ 59.99 para su Edición Estándar y US$ 74.99 para su Edición Deluxe, de manera que la relación precio-contenido, o siquiera la calidad de su contenido puede justificar su precio. Quizás por 20 dólares menos tendría un poco más de coherencia, pero sí completando todo el juego nos ofrece menos de 30 horas de juego (con mucho grindeo de por medio), no hay forma de justificar su precio base.
La narrativa, por más sencilla y directa que parezca en un principio, cuenta con varios giros inesperados, con amistades que se transforman en enemistades o viceversa (como toda historia de piratas), acompañado de todo el humor y la extravagancia que caracteriza a la saga Like a Dragon. Incluso las misiones secundarias tienen un relleno sustancial (que agrega unas 10 horas de juego o más), siempre y cuando no les moleste encontrarse con algunos NPC o misiones repetidas de previas entregas.
Lo que más se destaca de Pirate Yakuza in Hawaii son definitivamente la actuación de voces, siendo la del retorcido Goro Majima la estrella del show. Su contraparte en inglés no está del todo mal y de hecho el juego hace un trabajo decente con la sincronización labial en ambos idiomas, pero realmente es un sacrilegio no jugar un juego de Like a Dragon con voces en japonés.
Asimismo, la banda sonora con varias melodías o canciones al estilo metal ochentero (una de ellas parece sacada de un álbum de Judas Priest), como también de otros géneros musicales como trash metal y J-Rock, entre otros. El combate propiamente dicho, ya sea a pie o con el barco, también cuenta con melodías vertiginosas pero más por el lado del synthwave con riffs de guitarra y el agregado de instrumentos de percusión. El tema principal y de algunas quests secundarias, presenta cánticos piratas e instrumentos característicos caribeños para amoldarse a la temática del juego.
Así que por el lado de la porción sonora, no hay mucho de qué quejarse porque tanto la OSTs como las voces de los personajes son una joya. Lamentablemente, no se puede decir lo mismo de los gráficos. Por momentos, Pirate Yakuza in Hawaii parece un título AAA durante las cinemáticas ya que la dirección de cámaras y los modelos de los personajes se combinan para brindar un espectáculo visual bastante convincente.
Por otro lado, cuando tenemos que recorrer alguna de las cuatro islas y las diferentes islas más pequeñas (en donde generalmente buscamos tesoros con ítems importantes), la visual en general decae muchísimo, asemejándose a un juego de la época de PlayStation 3. En Honolulu, el arte en general es bastante genérico y no solo hay popping de assets y su nivel de detalle (como autos, palmeras, etc), si no también en efectos visuales como sombras e iluminación.
Esta ambigüedad es realmente desconcertante, sobre todo en Madtlantis, en donde la primera impresión durante la cinemática nos deja impresionados con la ambientación, como si fuese la ciudad de Las Vegas en una cueva pirata, pero luego cuando nos bajamos del barco y recorremos la pequeña isla, el maquillaje se va cayendo de a poco y se ponen en evidencia un diseño de escenarios bastante rústico con assets de baja calidad, debido a que el juego también sale en PlayStation 4 y Xbox One.
La optimización en PC tampoco es perfecta. Jugándolo con una RTX 4080 SUPER en 4K o con una RTX 3070 en 1080p, el juego a 60 FPS tiene caídas de frames constantemente y hace que la exploración no sea tan fluida como uno podría esperar. No es una cuestión de exigencia gráfica porque con esas mismas GPU, pero en una pantalla de 144 Hz o más, el framerate es sumamente estable, de modo que habrá que esperar a que los desarrolladores corrijan esta inestabilidad cuando se juega a 60 FPS. Lo jugamos en dos PCs totalmente diferentes y el problema era el mismo, así que no es un problema en particular de un solo equipo.
Sin mucho más para agregar, a Like a Dragon: Pirate Yakuza se lo puede considerar como un título AA con un apartado audiovisual un tanto ambiguo que definitivamente tiene sus buenos momentos y bastante contenido secundario, lo cual puede verse eclipsado por el reciclado de de assets y minijuegos si es que son fans de la saga y han jugado la mayoría de los títulos anteriores.
De lo contrario, como experiencia individual (es decir, sin conocer absolutamente nada sobre los Yakuza o Like a Dragon), podría sorprender a más de uno con su temática extravagante, colorida y sin dudas fuera de lo convencional, sobre todo si están acostumbrados a juegos occidentales. Las batallas navales no son mejores que las de Black Flag ni como juego de piratas está a la altura de Sea of Thieves, pero su enfoque en la narrativa es lo que hará que para algunos valga la pena el juego, mientras que para otros quizás les ahuyente.
Sin importar si son fans de la saga o no, honestamente esperaría a que esté mínimamente a 35-50% de descuento, porque ni la calidad ni la duración del juego se ve reflejada en el precio, ya que prácticamente dura un tercio o menos de los últimos títulos de la serie, por apenas 10 dólares menos. Incluso completando todo el contenido secundario, sigue siendo un juego corto en comparación, así que si son fans acérrimos de la saga y no les urge jugar con Goro, esperaría a una rebaja, o mínimamente probaría la demo que se lanzó en Steam hace pocos días.
Este análisis de Like a Dragon: Pirate Yakuza in Hawaii fue realizado con una copia de prensa proporcionada por SEGA/Ryu Ga Gotoku Studio .
Historia70%
Gameplay70%
Gráficos75%
Música y Sonidos90%
Optimización80%
Precio50%
Lo bueno:
- La posibilidad de jugar con el exéntrico Goro Majima y experimentar sus graciosos altibajos emocionales.
- La actualización de voces, como siempre, es impecable.
- La banda sonora con sus sensacionales tracks de varios géneros músicales.
Lo malo:
- Gráficamente muy ambiguo.
- Reciclado de assets, minijuegos y el mapa principal de Honolulu.
- Bastante corto en comparación a otras entregas de la serie, por apenas 10 dólares menos.
75%Nota Final