Es casi trágico haber tenido que esperar el remake de Dead Space para pasar el trago amargo que dejó The Callisto Protocol el pasado 2 de diciembre. Glen Schofield, el creador y productor ejecutivo del original Dead Space (2008), claramente no estuvo a la altura como director del primer título de Striking Distance Studio o, mejor dicho, no estuvo acompañado de las mismas mentes creativas de EA Redwood Shores cuando presentó el proyecto de Dead Space a EA a principios del 2006.
Inspirándose en la jugabilidad del aclamado Resident Evil 4 que hizo su estreno en Gamecube a principios del 2005 (y que también recibirá un remake este 23 de marzo), pero con una ambientación que buscaba replicar la tenebrosa atmósfera de películas como Event Horizon y Solaris, Dead Space sin dudas dejó una gran huella en el género del survival horror y es por eso que EA Motive a mediados del 2020, decidió arrancar con el desarrollo de un remake con el engine Frostbite. El anuncio fue recibido de manera un tanto ambigua, dividiéndose entre gamers que afirmaban que el original aún se veía bien incluso para la época en que fue anunciado (julio del 2021), mientras que otros creían que le vendría bien una versión moderna con mejoras de calidad de vida y gráficos acordes a la nueva generación de consolas y las potentes GPUs actuales.
Si bien The Callisto Protocol dejó una vara muy alta en cuanto a valores de producción, y de hecho considero que es lo mejor que ha visto en cuanto a gráficos en el 2022, el remake de Dead Space no se quedó tan atrás. En un principio no me había convencido porque no había forma de desactivar el Variable Rate Shading (Sombreado a Tasa Variable) presente por defecto en el juego. Para aquellos que no lo sepan, VRS es una técnica de renderizado que al estar activa hace que aumente el rendimiento del juego al renderizar ciertas zonas u objetos de la pantalla a una resolución menor. Esto afectó tanto a usuarios de PC como de PlayStation 5, pero luego EA Motive corrigió el problema en la consolas de Sony y lanzó un parche en PC que permitió desactivarlo y la mejora visual fue bastante notoria.
A pesar de haber sido desarrollado con la última versión del motor gráfico Frostbite utilizada en Battlefield 2042 y Need for Speed Unbound, el fantasma del stuttering es una inquietud que los usuarios de PC hoy en día no nos podemos sacar de la cabeza sin importar cuanta reputación tenga un estudio o el engine que haya usado. BF2042 no comenzó de la mejor manera pero actualmente está muy bien optimizado y NFS Unbound fue indudablemente uno de los mejores ports de PC del 2022. Con esto en mente, uno esperaba no encontrarse con problemas de rendimiento o stuttering, o al menos no tanto como en el caso de The Callisto Protocol.
A pesar de contar con compilación de shaders al iniciar el juego, el remake de Dead Space hasta el día de hoy (7 de febrero) cuenta con problemas de traversal stuttering (es decir, problemas fijos de stuttering al entrar o salir en determinadas zonas, lo cual se puede reproducir como podrán ver en este video del 2 de febrero) además de una degradación de rendimiento que experimenté bastante luego de jugar el juego durante aproximadamente una hora (y la única solución era reiniciar PC porque entrando de nuevo al juego volvía a suceder al poco tiempo).
Si bien ambos son problemas que definitivamente deben solucionarse, no están ni cerca del desastre que fue y es The Callisto Protocol en cuanto a los graves problemas de stuttering (con freezes de un segundo o más en algunas escenas) sin mencionar que el juego corre a 30-35 FPS con una RTX 3080 Ti-3090 con detalles al máximo y FSR 2.1 en Modo Calidad (no soporta DLSS al ser un juego promocionado en un bundle de AMD). Por su lado, el remake de Space corre a 70-80 FPS en 4K con DLSS 2.5 o FSR 2.1 y, en caso de contar con un GPU de Nvidia, se puede forzar el soporte para Resizable Bar para obtener entre 10% y 20% de rendimiento adicional, al igual que en Battlefield 2042 o Need For Speed Unbound. No va a ayudar con el traversal stuttering, pero rendimiento extra gratis nunca viene de más.
Dejando los problemas del port de PC, que seguramente se solucionen en breve, este remake no es solo un lavado de cara con respecto al original, sino que trae muchas mejoras de calidad de vida y varias novedades que lo hacen brillar en este comienzo del 2023 luego de un 2022 lleno de malos ports y muchas decepciones en el terreno de los AAA. Al igual que con la parte gráfica, el comienzo no parece distinguirse demasiado del original pero, a medida que van pasando los capítulos, de a poco se van notando los cambios y nuevas adiciones.
Lo primero que se pone en evidencia es lógicamente la voz del protagonista Isaac Clarke que, a pesar de que muchos comparan su cara de ingeniero inocente con el actor Adam Sandler, su voz distorsionada con el casco puesto es realmente impecable y convincente. La mezcla y posicionamiento de sonido se ha mejorado mucho con respecto al original, que ya de por sí contaba con una calidad realmente impresionante para la época.
A esto se le suma la gran cantidad de lore que se ha agregado al juego para enlazarlo mejor con las otras dos entregas, junto con muchísimas interacciones (ya sea en forma personal o a través del dispositivo de comunicación holográfica) con los restantes miembros del equipo de rescate de la USG Kellion y otros sobrevivientes de la gigantesca nave USG Ishimura. Los diálogos con Zach Hammond y Kendra Daniels ahora son mucho más significativos y naturales, y alientan a Isaac en sus dificultosas tareas aun sabiendo que su curriculum no incluía la creación de armas y matanza de monstruos extraterrestres.
Pero antes de seguir mencionando qué hay de nuevo en este remake, quizás debería mencionar brevemente de qué trata la historia para quienes no lo jugaron en el 2008 y piensan hacerlo por primera vez con este gran relanzamiento. En pocas palabras, visitaremos una nave infestada por humanos convertidos en criaturas terroríficas llamadas Necromorfos, producto de la presencia de un artefacto conocido como La Efigie (The Marker). El único propósito de estos zombis es matar a todo organismo viviente que no esté infectado para así poder disponer de más cadáveres para contagiar y así propagar la infección.
La Efigie puede reanimar cadáveres de cualquier organismo con vida inteligente que haya muerto, de modo que solo hizo falta que unos pocos tripulantes murieran para comenzar una tragedia a gran escala. Como toda historia del estilo, Dead Space no escapa del cliché de un antagonista(s) que buscan elevar a la raza humana a un estado superior ya sea con o sin transformaciones o habilidades sobrehumanas, que en este caso es Uniología, una iglesia de fanáticos que creen que los terrícolas serán reunificados después de la muerte en el cielo mediante el poder de La Efigie.
Los enemigos convertidos van desde humanos con filosas extremidades hasta bichos gigantescos tanto adentro como afuera de la Ishimura. El nuevo Director de Intensidad, similar al de Left 4 Dead, nos asegura una IA no tan scripteada y más impredecible que en el original, para que cada partida se sienta única. El New Game+ cuenta con tres variantes de Necromorfos Fantasmas (Slashers, Leapers y Lurkers) que son bastante duros de bajar y además cuentan con una estética mucho más aterradora (tono de piel grisáceo y ojos rojos). Por suerte, los controles han sido completamente renovados y ahora podemos mover a Isaac Clarke de manera más liviana, contrario al original cuyo movimiento se sentía pesado y difícil de maniobrar (sobre todo en PC). Apuntar con el mouse ahora es asimismo más satisfactorio y preciso, ya que la versión del 2008 tiene problemas de input lag o de aceleración positiva o negativa, teniendo que recurrir a diferentes fixes o mods para poder usar raw input.
Si bien este remake conserva la división de sus doce capítulos, quizás la distinción más importante con respecto al original es la posibilidad de navegar la Ishimura a través del tranvía para viajar rápidamente entre una sección y otra. Esto se complementa con nuevas áreas y nuevos atajos (al estilo souls), e incluso nuevas misiones secundarias y diferentes tarjetas de acceso para casilleros o cuartos cerrados que nos darán jugosas recompensas y planos para ampliar las actuaciones del traje o el poderoso y variado arsenal (de 7 armas más el Hand Cannon del Dead Space 2 que se ha agregado a este remake, pero que solo es accesible luego de terminar el juego en dificultad Imposible).
Otro aspecto importante que se ha agregado son las zonas de gravedad cero en las que ahora Isaac puede moverse flotando como lo hacía en Dead Space 2, teniendo que resolver puzzles e incluso combatiendo necromorfos. Excepto por el puzzle de la antena de comunicaciones del capítulo 8 que me hizo marear un poco, los demás son bastante sencillos y se resuelven casi de manera instantánea. Hay que estar atentos nomás a los transformadores y cables para abrir puertas secundarias que abren los atajos y recompensas previamente mencionadas, como también las miniaturas de efigies que desbloquean un final alternativo en caso de colocarlas en el cuarto del capitán de la Ishimura.
Sin mucho más para agregar, EA Motive ha logrado mejorar y ampliar de manera excepcional la experiencia original de este clásico de los survival horror con valores de producción dignos de un AAA actual. Si bien su costo de u$s 70 quizás sea un tanto alto para algunos gamers (sobre todo aquí Latinoamérica y sobre todo en Argentina donde los precios regionales son cada vez más absurdos), no tengo ninguna duda de que el juego vale cada centavo. El ritmo de juego es sencillamente impecable y todo el apartado audiovisual ha sido renovado hasta el más mínimo detalle.
Sin dudas no se podría pedir un remake mejor que este, por más que tenga algunos ligeros problema de rendimiento en PC y ligeros bugs que no afectan el disfrute general a lo largo de sus 12-14 horas de juego para su misión principal y secundarias, y unas cuantas más para recoger absolutamente todo. El valor de rejugabilidad es bastante alto considerando el modo hardcore e imposible, las nuevas zonas/casilleros y las tarjetas necesarias para acceder a ellas. Realmente no se podría pedir más de este remake. Habiendo tomado al estudio tan solo dos años y medio de desarrollo, EA Motive ha demostrado ser un estudio más que competente a la hora de hacer remake, y está de más decir que hay esperanzas para uno de Dead Space 2 luego de esta gran hazaña.
Este review fue realizado con una copia de prensa proporcionada por EA.
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Rosario. Santa Fe. Argentina