Cómo funciona un club de eSports argentino: contratos, premios en dólares y su propio búnker para entrenar – TN – Todo Noticias

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Al momento de escribir esta nota, el equipo argentino 9z lograba una histórica victoria ante Vitality en el BLAST Premier de Counter Strike: Global Offensive. El torneo que cuenta con la presencia de los mejores del momento generó muchísima expectativa en Sudamérica. El hashtag #TodoVioleta para apoyar al team nacional se coló en los Treding Topic de Twitter y destronó la discusión política generada por Alberto Fernández y Horacio Rodríguez Larreta por las nuevas restricciones. Eso generan los eSports hoy en día.
La escena creció de manera exponencial en los últimos años y hay muchas organizaciones argentinas que se destacan en una región que sigue siendo dominada por Brasil. Antes del escenario pandémico que golpea al mundo se hizo habitual ver imágenes de estadios con capacidad para miles de personas totalmente colmados para asistir y observar las definiciones de los grandes torneos de videojuegos como Fornite, League of Legends o el propio CS.
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La consultora especialista en videojuegos, Newzoo, estimó en 2019 que la industria de los eSports movía poco más de 1000 millones de dólares anuales y en aquel entonces calculaba que el crecimiento iba a ser cercano al 30% año tras año. Si bien la pandemia prohibió los grandes eventos multitudinarios, la escena sumó nuevos adeptos y fanáticos que siguen de cerca todo lo que ocurre en los torneos en plataformas como Twitch o YouTube.
Nuestro país cuenta con decenas de organizaciones muy exitosas a nivel regional. Algunos ejemplos: Isurus, Furious, Nocturns, Coscu Army, 9z y Wygers Argentina, entre otras. Además en el último año aparecieron equipos con caras “famosas” por las presencias de Sergio Agüero y el tenista Diego Schwartzman; el Kun creó Krü y el Peque se alió con Movistar para darle forma a Stone.
De los ya mencionados también surge el nombre de Malvinas Gaming, uno de los clubes más antiguos de nuestro país junto a Isurus. El CEO de la empresa, Charly González, habló con Toda Pasión para develar los misterios de un mundo que crece a pasos agigantados: ¿Cuánto dinero gana un jugador? ¿Cómo son los contratos? ¿Cómo funciona la línea de mando? ¿Qué es una Gaming House? ¿En qué se basan los entrenamientos?
Malvinas Gaming participa en torneos de Counter Strike, Free Fire, Valorant y Rainbow Six Siege. “En la estructura de la organización estoy yo que soy el CEO y después está el director deportivo, el director comercial, el jefe de marketing, el encargado del contenido, el jefe de Logística y administración, un encargado de la Gaming House y después un equipo de dos personas en el departamento audiovisual y un community manager”, explica Charly.
En total son 15 personas destinadas al funcionamiento diario del equipo. De los distintos videojuegos se desprenden seis integrantes en Counter Strike, cinco en Valorant, seis en Free Fire y cuatro en Rainbow Six Siege.
Charly es periodista deportivo y para darle forma al sueño de crear una organización profesional de eSports tuvo que sacrificarse muchísimo. “Cuando me decidí saqué un préstamo para ponerle plata al proyecto. Tenía un socio y nos dividíamos todo, pero fue padre y tuvo que bajarse de esto. Así que lo asumí yo y no me quedó otra”, le explica a Toda Pasión.
Año de nacimiento: 2013. Las principales figuras de mando en el team son las mismas personas que Charly conoció en aquella época. “En la organización es todo muy lineal. Hay decisiones que las tomo yo, pero en muchas cuestiones me junto con la gente del equipo y debatimos. Ellos me acompañaron cuando no había un peso, entonces creo que también deben participar”, cuenta.
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El panorama de los eSports creció tanto en la última década que eventualmente tuvo que abandonar su trabajo en Radio Continental. Charly sostuvo hasta donde pudo su pasión por su profesión y se volcó de lleno a este mundo cuando vio que la doble vida le consumía muchas horas de su día. “Pero al principio no podía vivir de esto, había que laburar. Lo de Malvinas era todo muy secundario; hoy la cosa es distinta”, explica.
-¿Cuándo se da el quiebre que catapultó a Malvinas?
-En 2017 cuando ganamos nuestro primer torneo de Counter Strike me di cuenta que había algo. Apareció gente, se ofrecían para ayudar, aparecieron sponsors, marcas importantes que nos daban la chance de jugar en otros torneos. Las redes crecían como loco.
Una imagen que se repite en los eSports es que hay muchos chicos que tienen el nivel para competir dentro de estas estructuras pero son menores de edad. Para incorporarlos, los clubes deben contactarse con los padres del joven en cuestión para explicarle la situación y lograr que firmen un contrato.
En muchos aspectos, las organizaciones se asemejan a las obligaciones que estipulan clubes de fútbol, básquet u otros deportes profesionales.
En Argentina hay ligas y comunidades muy destacadas. “Si te falta un jugador o querés armar un equipo de cero vas a buscar ahí, pedís recomendaciones, buscás en equipos más chicos, en equipos amateurs”, cuenta Charly. Y agrega: “Por suerte, hoy los padres están mucho más informados sobre los videojuegos y entienden en qué andan sus hijos”.
“¿Sabés que pasa? Los padres y las madres se dieron por vencidos. Los chicos ganaron la discusión. En 2016 yo iba, le explicaba al padre o a la madre y me decían ‘¿De verdad mi hijo va a ganar plata por un videojuego?’. Hoy ya saben, hay más información”, explica.
El dato: hoy un chico puede ganar cinco veces más de lo que ganan su padre o su madre. Uno de los jugadores del team de Free Fire cosecha hasta 3 mil dólares por mes debido a su gran rendimiento en los distintos torneos que se presentan. “Es un pibe humilde que se pudo comprar su autito y mudar a la familia a otra zona”, dice Charly. “Para mí es totalmente merecido lo que ganan. Estos chicos juegan los torneos más reconocidos de Sudamérica en uno de los juegos más conocidos del mundo”, agrega.
Los jugadores profesionales tienen ciertas obligaciones que cumplir. Cuando firman el contrato están atados a cumplir con las indicaciones de su entrenador, participar en los torneos en los que la organización se anota y cuidar su perfil en las redes sociales “ya que ellos son del club y son una marca”.
Al igual que el fútbol u otros deportes, los clubes pueden incorporar jugadores. Si ese deportista ya tiene un contrato vigente, la organización interesada debe abonar una cláusula de rescisión estipulada en el contrato. Un ejemplo: Cloud 9, en Counter Strike, le pagó 83 mil dólares a GamerLegion para hacerse de los servicios de “Mezii”.
En el barrio porteño de Belgrano se ubicará la sede principal de Malvinas. Como otras organizaciones, tendrá su propia gaming house donde los jugadores vivirán y entrenarán día a día para sacar el máximo de su potencial. Es una casa equipada con computadoras de alta gama, una oficina para el staff, SUM, sala de streaming, habitaciones y parrilla.
Estos “campamentos” están pensados para que los jugadores estén 100% concentrados en sus entrenamientos y alcancen niveles más altos de jugabilidad en equipo. Además, incorporarán un psicólogo y un preparador físico que estarán a disposición de los jóvenes.
Como habrá menores de edad y gente joven la Gaming House siempre estará a cargo de un adulto responsable miembro del staff permanente de la organización. Lo mismo se replica en modelos sudamericanos, europeos y estadounidenses.
“Los chicos también van a tener nutricionista y un profe que haga hincapié en lo físico, porque ser gamer te lleva a estar mucho tiempo sentado”, revela Charly a este medio.
-¿El coronavirus les pegó a ustedes a nivel deportivo?
-No nos afectó. Es más: todo lo contrario. En las primeras semanas recibimos una mala noticia y es que nuestro main sponsor se bajó y nos plantearon que era pagarnos a nosotros o pagar el sueldo a sus empleados. La verdad es que nosotros manejamos un presupuesto muy alto, pero al poco tiempo aparecieron muchísimas empresas con mejores propuestas de las que teníamos, así que pudimos resolver a favor. El coronavirus le dio un plus a los eSports porque el consumo creció muchísimo, es realmente una locura.
Este crecimiento se vio principalmente en plataformas como Twitch, que se especializa en la transmisión de videojuegos profesionales y amateurs. El streaming fue una de las figuritas ganadoras del 2020 con figuras de peso como el español Ibai Llanos, el argentino Coscu o el propio Kun Agüero, que desembarcó en este mundo desconociendo las reglas básicas y su frescura y espontaneidad lo hizo viral en más de una oportunidad.
El crecimiento de la práctica profesional de los videojuegos es innegable en nuestro país, aunque el vecino Brasil sigue liderando en cuanto a salarios y resultados. “Si hablamos de Sudamérica, el TOP lo lideran ellos y después estamos nosotros. Ahora si le sumamos los países de Centroamérica ahí tenemos que poner en el segundo puesto a México que tiene un muy buen nivel también”, explica Charly.
En cuanto a objetivos futuros está la creación de una sub organización hecha y dirigida por chicas. “Si bien hoy ya tenemos un equipo de Free Fire de mujeres, mi esposa va a estar a cargo de esta nueva área. Ella tiene muchísima experiencia por todo lo que aprendió conmigo; se lo propuse y la idea le encantó”, dice Charly.
Las personas vinculadas al mundo de los eSports coinciden que Argentina tiene muchísimo margen para seguir en esta línea de expansión y crecimiento. A mediados de 2020 la agencia Kantar Ómnibus hizo un estudio y lanzó resultados apabullantes: la mitad de la población menor de 24 años aseguró jugar en línea diariamente; además, el 20% también son fanáticos de mirar videos relacionados a entrenamientos, torneos y competencias profesionales que se transmiten por streaming.

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